Prepotencia solo agrava conflictos
La Confederación Campesina del Perú, CCP, demanda al gobierno atender los reclamos de los agricultores y campesinos de Piura, que tienen que ver con el futuro mismo del agro, como es el caso del agua y los precios de sus principales productos como el algodón y el arroz; pues la prepotencia como se afrontan estos problemas solo agravarán los conflictos.
Hasta el momento el gobierno no ha mostrado eficacia en atender las demandas de un sector estratégico para el desarrollo del país, como es la pequeña agricultura. Por el contrario, pretende aplicar una política de mano dura contra los justos reclamos de los productores agropecuarios, que es uno de los sectores que más ha sufrido las consecuencias de las políticas neoliberales y en los que se sigue concentrando la pobreza del país.
En el caso de Piura, las exigencias de los productores se han venido planteando desde hace meses atrás, y además, del problema de los precios, se plantean cuestiones fundamentales como es el caso del agua, recurso que se ve amenazado no solo por la presencia de la actividad minera justo en las cabeceras de cuencas, sino por proyectos cuestionables como la siembra de caña de azúcar para producir etanol.
Es sabido que Piura es un departamento que a pesar de la existencia de dos importantes reservorios, siempre ha tenido problemas para el abastecimiento de agua para la producción de alimentos no solo para el consumo regional y nacional, sino incluso para la exportación. Con la proyectada siembra de 30 mil hectáreas de caña, se estaría poniendo en riesgo justamente la producción de alimentos, tal como lo sostienen los productores piuranos.
Estos aspectos tienen que ser ampliamente debatidos y la población piurana informada sobre las consecuencias de propuestas productivas como la del etanol o de actividades contaminantes como la minería que se quiere establecer en la sierra piurana. Estos problemas no se resuelven solo con aplicar la represión policial como ha sucedido en Piura, donde hay varios productores heridos por bombas lacrimógenas, como el caso del dirigente de Conveagro de Sullana, Alcedo Carreño Rosales.
La CCP rechaza esta represión indiscriminada que no solo afectó a los productores sino incluso alcanzó a niños de edad escolar como ocurrió en la zona de Mallaritos en Sullana, donde resultaron varios niños heridos como consecuencia del arrojo indiscriminado de bombas lacrimógenas por parte de las fuerzas policiales.
La CCP expresa finalmente su apoyo y respaldo a las demandas de los productores agropecuarios de Piura, así como a otros sectores como los trabajadores mineros, que también realizan una huelga nacional para recuperar sus derechos laborales que les fueron arrebatados por la flexibilización de las leyes laborales que se aplicó desde el gobierno de Fujimori y que tanto los regímenes de Toledo y el actual del Apra, se resisten a cambiar.