Se afirma y quizás con razón, que en las próximas décadas, las guerras ya no serán por el petróleo (¿EEUU ya se habrá apoderado del mundo árabe?). El recurso que las motivará será el agua dulce, que en el mundo es cada vez más escasa. En nuestro país, el agua se ha convertido en un recurso en disputa entre los pueblos y las grandes empresas transnacionales, sobre todo mineras.

Por ello, este tema no podía pasar desapercibido en la II Escuela Nacional Campesina, en la que el economista César Ruiz, director del Instituto Agropecuario Andino de Piura, IAAP, se encargó de presentar una síntesis de la problemática del agua y el agro en el Perú. Uno de los aspectos que se destacó es que el conflicto minero es fundamental en la disputa por el agua, tal como sucede en Piura y Cajamarca.

A pesar que nuestro país ha sido privilegiado por la naturaleza al concentrar el 5 por ciento de las reservas de agua dulce del mundo, sin embargo, su utilización enfrenta una serie de problemas, por cuando hay exceso se producen erosiones, y cuando hay escasez se generan muchas más dificultades. Además se constata un mal manejo, pues en épocas de lluvias se incrementa la oferta de agua en la sierra, donde no es retenida y se desperdicia al discurrir al océano, a lo que se suma los cultivos de alta demanda hídrica en la costa.

A ello hay que agregar que se presentan problemas de calidad por la contaminación a la que está expuesta por falta de tratamiento de aguas servidas, por la contaminación de los relaves mineros, industria, hidrocarburos y carencia de sistemas de drenaje que generan salinización. A esto hay que agregar otros aspectos que influyen en la escasez del agua como la deforestación, la pérdida de aguas de superficie y subterránea y la presión que ejerce el crecimiento poblacional.

La privatización del agua potable

Luis Isarra Delgado, presidente de la Federación Nacional de Trabajadores del Agua Potable, FENTAP, fue el encargado de presentar una visión de la problemática que afronta el agua potable en el Perú, agravado por la decisión del gobierno actual de continuar con la política de privatización y concesiones de las empresas de agua potable que inició el régimen de Toledo.

Lo más grave de ello, es que en el caso de la concesión de la empresa del agua potable en Tumbes, también se han privatizado las fuentes mismas del líquido vital, a lo que hay que agregar que el Estado peruano termina subsidiando a las empresas privadas. Esto es lo que ha sucedido en Tumbes con la empresa Latin Aguas, que ha sido beneficiada con más de 30 millones de Euros, denunció Isarra.

El dirigente también denunció que quienes han promovido los procesos de privatización del agua potable, ahora ocupan altos cargos en el ministerio de Vivienda y Construcción, como Luis Vidalón, quien promovió la venta de la empresa de agua potable de Tumbes y hoy es viceministro del sector. A pesar de toda la campaña del gobierno para avanzar en la concesión del agua potable, en muchos lugares del país, como Huancayo, se han constituido frentes de defensa del agua y la vida, y a nivel nacional se ha constituido la Comisión Nacional de Defensa del Agua y la Vida, CONAGUAyVIDA, de la que forma parte la CCP y otros gremios.

Sin embargo, el dirigente remarcó que hay la necesidad de seguir fortaleciendo la organización en defensa de este recurso vital y construir alianzas entre los diversos sectores urbano populares y del campo, para hacer una defensa integral del agua. Al respecto hay que recordar lo que sostiene el Comité de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU: “La Realización del derecho humano a disponer de agua (...) es un requisito para la realización de todos los demás derechos Humanos. El continuo proceso de contaminación, agotamiento y distribución desigual del agua está exacerbando la pobreza existente. Los Estados parte, deben adoptar medidas eficaces para hacer realidad, sin discriminación, el derecho al agua”