El ex legislador del Partido Socialista Javier Diez Canseco, advirtió que el gobierno se prepara para gobernar con mano dura, para lo cual prepara la defensa de los militares denunciados por violación a los derechos humanos, ha endurecido las leyes para castigar las protestas sociales –en especial por lo bloqueos de carreteras- y cuenta con el apoyo de los grandes medios de comunicación.

Durante su presentación en la II Escuela Nacional Campesina de la CCP, donde hizo un balance de las primeros meses de gestión del gobierno aprista, Diez Canseco también remarcó que el gobierno aprista es la continuidad de la política económica neoliberal, como producto de su alianza con la derecha y con el fujimorismo, aunque esta última fuerza política está más interesada en garantizar la impunidad del corrupto ex dictador Alberto Fujimori.

PERSISTE LA CRISIS DEL SISTEMA

El ex candidato presidencial socialista, sostuvo que la crisis del sistema político no ha sido resuelta en el país, pues se sigue fortaleciendo el rol de los caudillos y se ha debilitado la organización; y los nuevos partidos que han surgido no han sido la alternativa ni solución a la crisis de representación política, tal como lo demuestran las divisiones que han dado en estas organizaciones.

El pueblo al carecer de organización política, facilita esta situación de crisis y de corrupción, pues no controla ni fiscaliza; su situación económica de sobrevivencia los lleva a una parálisis y conformismo, y tampoco pelea por grandes cosas, como sucedía en las décadas pasadas. Esta situación es fortalecida por el rol de los grandes medios de comunicación de la derecha y que apoyan al gobierno aprista, que han abandonado su rol fiscalizador y de denuncia.

LOS GRANDES RETOS POLÍTICOS

En otra parte de su intervención, Diez Canseco, sostuvo que el gobierno se ha dedicado a recibir la caridad de las grandes transnacionales y no ha enfrentado los temas centrales que estuvieron en debate en la pasada campaña electoral. En tal sentido, remarcó que siguen vigentes y en debate la continuidad del modelo económico neoliberal, la revisión de los contratos con las grandes transnacionales mineras, la reforma tributaria, el pago de regalías y el impuesto a las sobreganancias mineras, la lucha contra el TLC, así como la convocatoria a una Asamblea Constituyente que derogue la carta fujimorista del 93.

El movimiento social tiene que seguir levantando estas banderas y para ello también requiere construir una organización política y popular. No hay que olvidar que el gobierno aprista, a diferencia de Toledo, cuenta con organización política y social, que buscará golpear al movimiento social, hacer paralelismo y que tiene capacidad de dividir, tal como sucedió con la salida de Torres Caro del nacionalismo, felicitado públicamente por el premier Del Castillo.

El dirigente socialista advirtió que las protestas regionales se acrecentarán sobre todo después de las elecciones, por el recorte del canon minero de 50 a 40 por ciento, y para aplicarán la violencia tal como se pudo ver durante las protestas en Cajamarca contra la minera Yanacocha, que costó la vida del rondero Isidro Llanos. “El gobierno se prepara para gobernar para la época de las vacas flacas, es decir, para cuando vengan las protestas, y para ello le sirve su alianza con la derecha, con los militares a los que ahora el gobierno aprista defiende ante la denuncias por violación de derechos humanos, y con los grandes medios de comunicación”, remarcó.

Frente a esta situación, Diez Canseco destacó el reto de reconstruir la unidad del movimiento social, los frentes regionales y su relación con los partidos políticos progesistas, de izquierda y populares y nacionalistas; hay que impulsar campañas para esclarecer la naturaleza del actual gobierno e impedir el control aprista de los gobiernos locales y regionales durante las próximas elecciones.