Un hecho interesante ha sucedido hace pocos días: el Presidente del Tribunal Constitucional ha declarado que confirmado que la Regalía no es un impuesto y que por lo tanto su aplicación no contraviene los Convenios de estabilidad Tributaria de las transnacionales mineras. Esta declaración es de gran importancia, porque confirma que el anterior Congreso actuó dentro de sus facultades y de acuerdo a la Constitución al aprobar una Ley que establece el pago universal de Regalías Mineras, la que Toledo observó indebidamente, y que ahora –de acuerdo a la legalidad y la justicia- tiene que ser apoyada y respaldada por todos los sectores, para que en el Perú se de un paso más hacia el establecimiento de un régimen transparente y equitativo para la explotación de nuestros recursos naturales.
Es de esperar que el Gobierno no intente darle dilaciones y amarres a este tema, pretendiendo confundir y desorientar con esa pintoresca invención suya del "Aporte Voluntario", que es un engaña muchachos incierto e insuficiente. La pretensión del Gobierno de Alan García de esquivar el tema de las Regalías Mineras-y otros temas fundamentales como el impuesto a las sobreganancias- no se sostiene, ni técnica ni legalmente. La Regalía no es un impuesto, sino un derecho fundamental del país: es el pago que la nación recibe por el consumo de un recurso natural de enorme valor que no es renovable. Por ello, la majadería de las grandes trasnacionales mineras que pretenden escudarse en sus Convenios de Estabilidad Tributaria para no cumplir con su obligación de pagar la Regalía es una ofensa al país que no se puede tolerar.
El Ministro de Economía ha reconocido que actualmente sólo pagan Regalías un tercio de la producción minera. Para el año 2007 se ha estimado que los ingresos por Regalías ascenderán a unos S/. 260 millones de Soles. Sí, sólo un tercio de la producción paga, eso significa que alrededor de S/. 500 millones de Soles serán dejados de recaudar debido a la displicencia y pusilanimidad de este Gobierno. Regalaremos así a las grandes trasnacionales, cientos de millones de soles que pertenecen a los municipios y regiones mineras. Hasta cuando permitiremos esta injusticia.
Más allá de chanchullos y conveniencias, más allá de la pusilanimidad del Gobierno Aprista, la realidad es que la Regalía Minera es un derecho y una conquista de los pueblos y regiones del Perú, que defienden su soberanía sobre los recursos naturales que son su patrimonio inalienable. Vamos todos a promover y defender la aplicación universal de la Regalía, asegurando su pago efectivo, y su utilización de forma transparente y eficiente, porque en esos recursos esta la posibilidad de que se realicen represas, regadíos, caminos y puentes, electrificaciones y provisiones de agua potable que son una aspiración de cientos de localidades en todo el Perú. Defendamos la Regalía Minera. Que no nos quiten lo que es nuestro.