La escuela regional campesina de Cajamarca que se realizó los días 14, 15 y 16 de junio en el distrito de Baños del Inca, tuvo como eje central el debate del rol que debe jugar la minería en el desarrollo regional y la evolución de conflicto que enfrenta la población y las organizaciones campesinas con la empresa minera Yanacocha, que explota las reservas de oro cajamarquinas.
Este evento de capacitación fue organizado por la Confederación Campesina del Perú, CCP, en coordinación con la Central Subregional de Rondas Campesinas de Hualgayoc-Bambamarca; y forma parte del proyecto de formación que se ejecuta en diversas regiones con el apoyo del Instituto de Cooperación al Desarrollo, ISCOD, de España. Además de la representación campesina y rondera, en la escuela participaron delegaciones de las centrales de trabajadores como la CGTP-Región Cajamarca y la Central Unitaria de Trabajadores, CUT-Cajamarca.
El rol de la minería en el desarrollo regional así como el conflicto que enfrenta a esta actividad con la sociedad cajamarquina, en especial con las organizaciones ronderas y campesinas, fueron los principales temas de debate de la Escuela. Participaron como expositores destacados profesionales cajamarquinos, como el doctor César Aliaga, Jesús Coronel, el padre Marco Arana y Reinard Sheifer. Participaron también Víctor Torres, del equipo nacional de capacitación, Jorge Quezada de la institución CEDAL, Luis Valer, vicepresidente de la CUT-Perú, Roberto López, secretario general de la CCP, Wilder Sánchez, dirigente nacional de la CCP y otros dirigentes ronderos.
El análisis de la situación nacional y regional, el balance de las negociaciones del TLC y su impacto en la pequeña agricultura familiar y campesina también fueron abordados en la escuela, al igual que la situación organizativa de las rondas campesinas de Cajamarca. En todos estos debates se contó con los aportes de las delegaciones de la CGTP y la CUT que participaron en la escuela.
Una de las conclusiones de la escuela fue la necesidad de superar la dispersión social de los diferentes actores como son las organizaciones y las instituciones, que solo favorecen la acción de la empresa minera, que recurre a todo tipo de recursos para mantener dividida a la población, valiéndose de diversos métodos, incluidos la corrupción de dirigentes y autoridades del gobierno regional y alcaldes.La escuela también ha permitido plantearse la necesidad de contar con una propuesta alternativa de desarrollo regional, que incorpore el rol de la minería con responsabilidad social que complemente o contribuya a desarrollar otras actividades como la agricultura y la ganadería. Para ello, es necesario que las organizaciones e instituciones tengan una visión compartida de desarrollo sostenible.