2006-05-17 00:00:00

Los sectores más retrógrados del país así como sus medios de comunicación se siguen encargando de satanizar permanentemente la Reforma Agraria, a la que culpan del atraso del agro nacional. Sin embargo, es importante remarcar algo que fue parte del debate de la escuela nacional sobre el tema; y es que las luchas del movimiento campesino y los logros de la Reforma Agraria, se constituyeron en factores de modernización que hasta ahora perduran.

Los campesinos se pusieron a la vanguardia de la lucha por la tierra, por mejores condiciones de trabajo; pero al mismo tiempo, su lucha permitió lograr mejores formas de comunicarse, a través de vías y caminos para acercarse a los mercados locales y regionales para impulsar el intercambio; cosa que no hacía la vieja oligarquía gamonal.

Fernando Eguren de CEPES, destacó este y otros temas en su exposición, como la lucha del campesinado por la educación fue un factor decisivo, pues este es un factor potencial de modernización de la comunidad campesina y del medio rural. La creación de más centros educativos, institutos superiores y el acceso de los hijos de los campesinos a las universidades, han contribuido al desarrollo de la sociedad rural.

Pero también es importante remarcó que con el proceso de la reforma agraria, el campesinado obtuvo también logros sociales y políticos, factores que son decisivos para pensar hoy propuestas de desarrollo rural. En ese sentido, los derechos conquistados por el campesinado contribuyó a aumentar la colectividad política y por lo tanto, a aumentar el potencial para construir una sociedad democrática. La ampliación de derechos ciudadanos como el reconocimiento de la ciudadanía a la población analfabeta, su acceso a los gobiernos locales, son muestras de esta democratización de la sociedad rural, que hoy no se podrían explicar sin las luchas campesinas y la reforma agraria.

Fernando Eguren agregó que los propios procesos de descentralización y regionalización que se han dado en país en nuestra historia más reciente, difícilmente hubieran funcionado si el concurso de la población campesina, de un campesinado con carta de ciudadanía. Es cierto que hay mucho por seguir luchando en materia de ciudadanía, pero lo que no se puede desconocer el importante aporte de las luchas campesinas en la construcción de una sociedad más democrática, y que hoy continúa por lograr mayor equidad social, con menos exclusión, es decir, una sociedad más humana y digna.

De manera, que las luchas sociales y la Reforma Agraria, tienen que ser vistos también desde estos ángulos; ángulos que la clase dominante y que no perdona las transformaciones sociales que se han impulsado en el país, no quieren ver pues su miopía histórica siempre les impidió mirar más allá de sus narices. Por lo tanto, el movimiento campesino no solo reivindicamos la reforma agraria, sino que la defendemos como una lucha que se gestó desde el propio campesinado, y allí la CCP y sus dirigentes históricos siempre tendrán un lugar en esta historia.