La Escuela Nacional Campesina, se ha convertido en un verdadero laboratorio de debate, reflexión, análisis, crítica y autocrítica de los dirigentes nacionales y regionales de la CCP que asisten durante cinco arduos días de trabajo; y en el que cuentan con el invalorable apoyo de diversos profesionales vinculados a la problemática agraria, así como de intelectuales expertos en el análisis político y económico del país.

En efecto, la primera Escuela Nacional Campesina del 2006, que se realizó en Lima, entre los días 21 y 26 abril, congregó a casi medio centenar de dirigentes, entre miembros del nuevo CEN-CCP, y delegados –varones y mujeres- de las principales federaciones campesinas departamentales y provinciales; y en estos cinco días de trabajo, expresaron todo su deseo y avidez por abordar los principales temas que están en la agenda política del país, así como el complejo escenario electoral que vive el país.

Y este interés de los delegados supo ser recogidos por el Area Técnica de la CCP, y en particular por el responsable de este proceso de capacitación, el compañero Víctor Torres, quien se encargó de coordinar y garantizar la presencia de los profesionales, que no solo aportaron con sus exposiciones, sino que contribuyeron a enriquecer esta escuela con sus visiones y aportes críticos que fueron la esencia del debate y la reflexión.

REFORMA AGRARIA, TLC, INTEGRACION, ECONOMIA, ...

Así, tras una breve ceremonia de instalación, que estuvo a cargo de la Secretaría General Colegiada, con el compañero Melchor Lima Hancco, como dirigente de turno, se iniciaron los trabajos de la escuela, abordando nada menos que el tema de la Reforma Agraria, un tema que ha vuelto a recobrar actualidad no solo en el Perú, sino en toda América Latina, donde viene siendo una de las principales demandas del campesinado.

Abordar el tema de la Reforma Agraria, que fue conducido por el doctor Custodio Arias, contando con la presencia de los principales actores de esta lucha, fue realmente un privilegio. Hugo Blanco, fue el encargado de sumergirse en la historia en la que germina este movimiento que él mismo lideró por la década del 50 en La Convención, en el Cusco. Por su parte, Andrés Luna Vargas, hizo un minucioso y reflexivo de la Reforma Agraria, durante la época del gobierno del General Juan Velasco Alvarado, y el rol que jugó la CCP y el movimiento campesino en este histórico proceso.

Y para ubicar este proceso en el marco de la actual globalización en que nos encontramos, el aporte del ingeniero Fernando Eguren, fue un complemento que ayudó a ubicar la reforma agraria y los retos que enfrenta en los tiempos actuales. Cabe remarcar, que Eguren, fundamentó que la reforma agraria fue también una lucha por la modernización del campo, pues los campesinos supieron ponerse a la cabeza de una lucha por la tierra, derechos ciudadanos, mercados y por la educación como un instrumento fundamental para el desarrollo rural.

El TLC no podía estar ausente de esta Escuela Nacional, más aún cuando el Presidente Toledo, acaba de apadrinar la firma de este tratado con los Estados Unidos. Y quien se encargó de establecer los impactos del TLC en la pequeña agricultura, se contó con la presencia del ingeniero Guillermo Rebosio, de Conveagro. A ello siguieron otros temas abordados por el Área Técnica y por otros invitados como Alfonso Cotera y Luis Sirumbal, como los procesos de integración en la región y el comercio justo.

Por su parte, Eduardo Cáceres, se refirió a los aspectos políticos de la integración, tomando como punto de referencia la crisis actual de la Comunidad Andina de Naciones, CAN; a quien se sumó también el doctor Miguel Jugo, director de Aprodeh, quien analizó el tema de los derechos humanos en el marco del actual contexto electoral. A estos temas se sumaron otros como el balance del X Congreso Nacional, el gremio que queremos y análisis del complejo contexto nacional.

Hay que mencionar que no solo de debate y reflexión estuvo cargada la Escuela Nacional. Esta vez los compañeros y compañeras, tuvieron también una tarde dedicada al libre esparcimiento deportivo, que permitió fortalecer los lazos de unidad y confianza entre la dirigencia nacional y regional, así como las áreas técnicas regionales y nacional. En síntesis, una nueva experiencia de formación y capacitación, que también nos plantea nuevos retos en el camino de seguir fortaleciendo nuestra gloriosa CCP.