Mientras se acerca el final del régimen Toledista, las maniobras de lo que podemos calificar como la “cuadrilla neoliberal” en el gobierno se hacen más desembozadas. Y es que hay un grupo de tecnócratas mercenarios que entraron para lucrar al Estado con Fujimori, Boloña y Camet, y se han entornillado en las esferas del poder durante estos años –siempre sirviendo los intereses de los grupos de poder y los suyos propios- gracias a la sospechosa condescendencia de Toledo.
Hoy, el padrino mayor de estos neoliberales criollos es el inefable Kuczynski, que les garantiza posiciones claves dentro del Estado: una “asesora de confianza” por aquí, un viceministro “servicial” por allá y docenas de consultores generosamente remunerados. Todos ellos -bien organizados y alineados- tienen un objetivo: liquidar lo que queda del patrimonio público, que el fujimontesinismo no tuvo tiempo de rematar. PETROPERU, ENAPU, ELECTROPERU y SEDAPAL -de enorme importancia económica y social- empresas codiciadas por poderosos intereses, que se valen de los tecnócratas neoliberales para apropiarse del patrimonio de todos los peruanos.
¿Cómo opera esta cuadrilla neoliberal?. Primero, estrangula las empresas públicas, negándoles recursos para inversiones, bloqueando su fortalecimiento y modernización, oponiéndose a toda reforma. Así, la empresa estatal saboteada, entra en crisis, incapaz de atender las demandas ciudadanas. Entonces viene la segunda fase: aparecen “preocupados defensores” de los consumidores, clamando contra la empresa pública “ineficiente y voraz” en una gigantesca campaña mediática exigiendo la privatización. Finalmente, viene la tercera fase: la cuadrilla neoliberal escucha el “clamor ciudadano” y ante la “falta de alternativas” se vende o concesiona la empresa o el servicio público.
¿Ejemplos?. Kuczyski bloquea desde el 2002 el proyecto Marca II de SEDAPAL, obra necesaria para ampliar el abastecimiento de agua para Lima –y que hoy podría estar operativa- sólo porque Kuczynski busca privatizar los servicios de agua. ¿Otro caso?: ENAPU, cuyas propuestas para potenciar el puerto del Callao son bloqueadas por FONAFE. O PETROPERU, que enfrenta repetidas trabas para modernizar la Refinería de Talara, obra del mayor interés nacional y de alta rentabilidad. O ELECTROPERU, despojada del contrato de suministro de gas de Camisea, bloqueándole la posibilidad de usar dicho gas para producir masivamente electricidad barata.
Para lograr sus ilícitos objetivos, la cuadrilla neoliberal se une con las mafias burocráticas y partidarias que existan dentro del Estado. Así, muchos altos funcionarios nombrados por Toledo en las empresas públicas, son saboteadores y cómplices dedicados a profundizar la crisis, para desprestigiarlas y justificar a quienes reclaman privatizar porque “el Estado es mal administrador”.
Este 2006, la cuadrilla neoliberal esta muy activa, buscando liquidar lo que pueda antes del cambio de gobierno y, claro, quiere asegurar el triunfo de Lourdes Flores para seguir en su salsa. Así, pretenden bloquear en la Comisión Permanente del Congreso la aprobación de la Ley de Fortalecimiento de PETROPERU, iniciativa de enorme importancia y conveniencia para el país, presentada con el apoyo de 140 mil ciudadanos. Creen que así pueden paralizar a PETROPERU para que “la futura presidenta” la venda.
La ciudadanía no debe permitir que esos saboteadores se salgan con la suya. Defendamos PETROPERU que es de todos los peruanos y peruanas.