Siguen las provocaciones, mientras comunidades preparan movilizaciones
Pretendiendo ignorar las protestas de las comunidades campesinas y organizaciones ronderas de las provincias de Ayabaca y Huancabamba, y en general del pueblo piurano, la empresa minera Majaz, continúa realizando sus maniobras para instalarse en las serranías de Piura; todo esto ante la pasividad de las autoridades del gobierno regional y del ministerio de Energía y Minas.
El año pasado, las comunidades campesinas de estas provincias de la sierra de Piura, junto con la de San Ignacio en Cajamarca, realizaron marchas y paros para exigir el retiro de la minera Majaz, que pretende iniciar sus actividades de explotación, poniendo en riesgo los páramos que dan origen a la formación de las fuentes de agua que abastecen al agro de la región. Estas acciones fueron apoyadas por diversas instituciones, incluyendo al Obispado de Chulucanas que dirige Monseñor Daniel Turley, pues la presencia de esta empresa minera pone en riesgo no solo los recursos naturales, como el agua, sino también el propio desarrollo agropecuario de la región.
Sin embargo, la última semana de enero del presente año, nuevamente la Majaz ha vuelto a las andadas y pretendió sorprender a los comuneros de Yanta en Ayabaca, lugar donde pretendieron instalar un campamento de operaciones. Hasta allí llegaron con 2 ómnibus trasladando unas 80 personas, la mayoría vestidos de policías y militares. Dalinda Robledo García, secretaria de juventudes campesinas de la Confederación Campesina del Perú, CCP, ha señalado que a los comuneros de Yanta les informaron que tenían órdenes de instalar una base antidrogas en esa zona de la provincia de Ayabaca. Sin embargo, los comuneros reconocieron entre los supuestos policías a importantes funcionarios de la minera Majaz.
Agregó, que los comuneros al darse cuenta del engaño, bloquearon la carretera que conduce a la zona de Cerro Negro, obligándolos a regresar, produciéndose un enfrentamiento en donde dos mujeres y un niño salieron heridos. “Gracias a la resistencia de la organización de rondas y la participación de las mujeres campesinas se ha logrado impedir esta maniobra de la minera Majaz, que no ha logrado que la comunidad de Yanta les otorgue permiso para instalar su campamento”, explicó Dalinda Robledo.
La dirigenta campesina, quien es justamente de la provincia de Ayabaca, anunció que las comunidades campesinas y las organizaciones de rondas están organizando una marcha hacia la capital de la República, para exigir una vez a las autoridades que se suspendan los trabajos de esta empresa minera en Ayabaca y Huancabamba. “No podemos permitir que la minería se instale justo donde nacen nuestros ríos que es lo que permite que exista la agricultura y la ganadería”, enfatizó la dirigenta campesina.
Dalinda Robledo García, expresó también sus críticas al presidente del gobierno regional de Piura, César Trilles, quien no ha ocultado sus simpatías por la empresa minera Majaz; y llamó a todas las organizaciones sociales y populares de Piura para organizar un paro regional en defensa de la agricultura de la región.