Durante su participación como expositor en la II Escuela Nacional Campesina, el congresista Javier Diez Canseco presentó los lineamientos de una propuesta para encarar la problemática agraria e impulsar su desarrollo; propuesta que consta de siete grandes medidas.
La primera es la Asistencia Técnica, orientada sobre todo a impulsar la productividad aprovechando nuestro patrimonio biogenético, capacitación de los productores en el manejo del agua y suelos, fortalecimiento de los programas de prevención sanitaria, fortalecimiento de los organismos de investigación y promoción agraria y el fortalecimiento del rol de la universidades e institutos en programas de investigación. Una segunda medida es el suministro o provisión de infraestructura, para lo cual se requiere expandir la inversión pública en infraestructura social y productiva, construcción de caminos rurales, el desarrollo de la gestión participativa sobre la infraestructura y cuencas hidrográficas, así como el fortalecimiento del rol de los gobiernos regionales en la inversión y mantenimiento de esta infraestructura.
El acceso a mercados es otra de las medidas planteadas por el parlamentario. Ello exige el apoyo y promoción a mecanismos y espacios de comercialización directa, defensa de razas y marcas, consolidar los estándares de calidad para los productos agropecuarios, así como favorecer un sistema integrado de información de mercados y asesoría para los pequeños y medianos productores. El tema referido a la seguridad jurídica y legal, es otra de las propuestas, con la finalidad de asegurar los derechos de los productores y comunidades, formalizar el mercado de trabajo rural y reconociendo derechos laborales, una legislación de aguas que reconozca el derecho del agro, encarar el conflicto agro-minería y encarar el problema de la producción de hoja de coca con diálogo y promoción de los productores.
El manejo medio ambiental es parte importante de esta propuesta en la medida que plantea el reconocimiento del derecho de la población y del productor rural a acceder a tierras, aguas y aires libres de contaminación; así como la recuperación extensiva de suelos, reforestación y promoción de la biodiversidad y aprovechamiento de nuestros patrimonio genético. A estos planteamientos se suman el acceso al financiamiento, para lo cual es necesario desarrollar el Agrobanco como banca de segundo y primer piso, aprovechar al Banco de la Nación como proveedor de créditos, establecer líneas de crédito para compra de maquinarias, entre otras acciones.
El aspecto referido a la tributación y aranceles no puede estar ausente en la propuesta. Ello contempla el apoyo a la formalización gradual del sector agrarios, la simplificación de los trámites, así como establecimiento de una política comercial de largo plazo; la defensa firme de la producción nacional y consolidar los mecanismos que eviten la competencia desleal. Una última medida y no menos importante es el apoyo a la organización de los productores, para promover el apoyo a la actividad empresarial, el desarrollo de las cadenas productivas y el reconocimiento de los gremios agrarios como contrapartes del Estado para las políticas sectoriales.
Hacer viables estas propuestas requiere establecer un compromiso por el agro entre las fuerzas políticas y sociales para asegurar medidas de promoción y defensa del sector y garantizar los recursos y el financiamiento requerido. Todo ello debe formar parte de una visión estratégica de desarrollo nacional basada en promover nuestra seguridad alimentaria y asegurar que todos los peruanos tengamos cubiertas nuestras necesidad, remarcó Javier Diez Canseco.