La reforma agraria también generó importante análisis
La II Escuela Nacional Campesina que se realizó en Lima entre los días 4 y 9 de setiembre del presente año, debatió la política macroeconómica del gobierno, las propuestas de desarrollo agrario, entre otros temas de formación sociopolítica y ejes programáticos de la CCP, con miras al X Congreso Nacional. Este evento de capacitación nacional, contó con la presencia de casi medio centenar de delgados, varones y mujeres de las principales federaciones departamentales y provinciales de todo el país, así como representantes de la institución ISCOD que apoya esta actividad.
En esta oportunidad participaron diversos expositores que vienen contribuyendo tanto en las escuelas nacionales como regionales, como el historiador Antonio Zapata, el doctor Miguel Jugo, Custodio Arias, Eduardo Cáceres y se sumaron otros colaboradores como el doctor Carlos Monge, el congresista Javier Diez Canseco y el economista Raúl Wiener. También participaron representantes del Área Técnica de la CCP como Victoria Medina y Víctor Torres. En los diferentes paneles intervinieron dirigentes nacionales como Washington Mendoza, Lorenzo Ccapa, Pablo Quispe, Wilder Sánchez; dirigentes regionales de Cusco, Puno, Ayacucho, Piura; así como representantes de instituciones que apoyan el trabajo organizativo de las federaciones campesinas como IAAP de Piura, IPEMIN, Aprodeh, entre otros.
Además de la participación de los delegados de las diferentes regionales, participaron la mayoría de los integrantes del CEN-CCP, líderes históricos como Hugo Blanco y Andrés Luna Vargas. Asimismo, destacó la importante participación de delegadas mujeres encabezadas por la secretaria de organización de la mujer campesina de la CCP, Marcelina Vargas, a las que se sumaron Paulina Valencia del Cusco, María Camarena de Junín, Angélica Zeta de Piura, Lourdes Huanca, Paulina Valdiviezo, entre otras.
La Reforma Agraria y el rol de la CCP
Con la presentación de la experiencia de la cooperativa agraria de Cayaltí, ubicada en el departamento de Lambayeque, presentada por el historiador Antonio Zapata; así como con la continuación del rescate de la historia del movimiento campesino, se produjo un interesante debate sobre la Reforma Agraria en el Perú, más aún cuando se contaba con la presencia de líderes históricos que han sido protagonistas de este proceso como son los casos de Hugo Blanco y Andrés Luna Vargas.
Estas reflexiones abordaron aspectos que hasta la fecha siguen siendo motivo de intensos debates, como el carácter democrático de la reforma agraria o las causas de su fracaso o éxito durante el gobierno militar, así como sus consecuencias sociales, políticas como productivas. Este debate fue enriquecido con los interesantes aportes que hicieron los dirigentes regionales de zonas como Cusco, Piura, Puno, Apurímac, Lambayeque, que han vivido de cerca este proceso histórico social que definitivamente cambió la estructura de la tenencia de tierra que existía en el Perú hasta fines de la década del 60.
El nuevo modelo de gestión social de la tierra que surgió luego de la reforma agraria, el manejo de las cooperativas agrarias que se condujeron con fuerte presencia estatal; la propuesta de la CCP en base a las empresas comunales; las posterior reestructuración de estas grandes empresas asociativas sobre todo de la tierra que produjo sobre todo en Puno, fueron otros temas que enriquecieron este debate respecto de la reforma agraria. Indudablemente, que este debate no solo propició reflexión sino que además sirvió como una importante fuente de información sobre todo para las nuevas hornadas de dirigentes campesinos, hombres y mujeres, que tienen ahora el reto de conducir el movimiento campesino y forjar las nuevas propuestas para impulsar el desarrollo social, político y económico de la sociedad rural. Un elemento que quedó claramente establecido fue que la CCP y sus federaciones de base fueron protagonistas directos de este histórico proceso de la Reforma Agraria en el Perú.
Políticas macroeconómicas y conflicto agro-minería
El congresista Javier Diez Canseco fue en encargado de iniciar el análisis de las políticas macroenómicas y su incidencia en las políticas agrarias y en el desarrollo rural. Para ello, presentó estadísticas que demostraron como la pobreza se ha concentrado históricamente en los departamentos con mayor predominancia rural como Huancavelica, Puno, Huánuco y Ayacucho. Asimismo, en estos departamentos el gasto público no es una prioridad para el Estado; peor aún en el caso del agro, en donde apenas alcanza algo más del 3 por ciento del presupuesto nacional.
La aplicación de las políticas macroeconómicas en materia agraria apenas han favorecido a un pequeño sector del agro que se ha modernizado, está mayoritariamente en la costa, se ha formalizado, tiene crédito y tecnología, y está vinculado a la agroexportación. Asimismo, se apoya en mano de obra barata, sobreexplotada –con jornales de 12 a 15 soles- que carecen de derechos básicos, son migrantes y tienen serias dificultades de organización.
En este contexto, coexiste el agro tradicional, que es conducido familiar o comunalmente, cuyas actividades son informales, ubicados en las zonas de sierra y selva; con escaso apoyo técnico y pobre acceso al crédito, producen para el mercado interno y están marginados de los derechos sociales. Estos dos tipos de agricultura, tienen además posiciones diferenciadas frente al Tratado de Libre Comercio, TLC, que solo favorecerá a la agroexportación y afectará a los productores tradicionales, que no cuentan con mecanismos de apoyo y que no cuentan con recursos para los programas de reconversión que les permita competir en el marco del TLC.
Con la actual política macro económica, el agro tradicional, termina siendo un convidado de piedra frente a la minería y otros sectores; lo que ha contribuye a concentrar la pobreza en el sector agropecuario, explicó Javier Diez Canseco, quien luego desarrolló una serie de propuestas y políticas para impulsar el desarrollo de este sector social y productivo hasta hoy excluido por las políticas macroeconómicas neoliberales. El tema de las políticas macroeconómicas también fue profundizado por Víctor Torres, asesor técnico de la CCP.
Y justamente, este conflicto que enfrenta el agro frente a los privilegios de la gran actividad minera, fue el centro del análisis de un panel que enfocó los casos de las luchas de los pueblos de Espinar (Cusco), Piura, Cajamarca y la región central del país. Este panel estuvo integrado por Lorenzo Ccapa, de la CCP; César Ruiz del IAAP; Jaime Cáceres del IPEMIN, y Wilder Sánchez de la CCP.
Uno de los aspectos que quedó en claro de este debate es que en el país se vienen presentando escenarios diferenciados del conflicto agro-minería, y que por lo tanto, las estrategias en el manejo de estos conflictos tienen que responder a las realidades concretas de cada caso. En tal sentido, quedó claramente establecido que hay zonas como el departamento de Piura en donde la minería es incompatible con el agro, pues pretende ubicarse justamente en áreas agropecuarias, o en las nacientes de los ríos como es el caso de la empresa minera Majaz, que ha motivado el rechazo total de las comunidades campesinas y pequeños agricultores.
Se remarcó también que hay otras zonas como Espinar, Cajamarca y la región central, en los que la minería ya está instalada y por lo tanto, lo que corresponde es luchar porque las empresas cumplan con pagar sus obligaciones como las regalías y el canon minero, y las normas de respeto y cuidado al medio ambiente. Estas mismas acciones también corresponden a otras zonas como Apurímac, en donde se desarrollará también la gran minería, en la que se requiere de la activa participación de las comunidades campesinas en su rol de fiscalizadores de las empresas mineras.
Reforma del Estado, Globalización y DESC
Otro de los temas que motivó el interés de los participantes en la Escuela Campesina fue el de Reforma del Estado que fue presentado por el doctor Carlos Monge. En este aspecto se destacó el rol que deben jugar las organizaciones sociales para profundizar el proceso de descentralización y la creación de la macroregiones que se viene impulsando en el país.
En este aspecto, los aportes del presidente de Conveagro de Piura y dirigente histórico de la CCP, Andrés Luna Vargas, contribuyeron a profundizar la reflexión, al destacar que las propuestas que surgen desde el movimiento social tienden a desbordar la legislación vigente; y que por lo tanto, requieren de un nuevo marco constitucional. En tan sentido, planteó que el referéndum que está en curso para la conformación de las nuevas macroregiones, debería también consulta la necesidad de elaborar una nueva Constitución Política que reemplace la actual carta constitucional fujimorista.
La intervención de los delegados incidió también en la necesidad de fortalecer la participación de las organizaciones campesinas de base en espacios como los consejos de coordinación locales y regionales, para convertirlos en instancias de decisión y no solo de consulta, pues así se estaría fortaleciendo también la democracia participativa, superando los límites de la democracia representativa que impera en los gobiernos locales y regionales.
De otro lado, el filósofo y analista político Eduardo Cáceres Valdivia, abordó el tema de la globalización, remarcando que este no es un proceso nuevo como se le pretende presentar, pues se remonta al siglo XV con la conquista de los actuales países de América, Asia y África. La globalización, planteó Cáceres Valdivia, es un proceso de unificación del mundo; el problema, es el sistema político que gobierna la actual globalización neoliberal, que la orienta a favorecer a los países y sectores ricos y las empresas transnacionales, y que profundiza la exclusión y la pobreza.
Para que la globalización constituya un proceso que beneficie a la mayoría de la población de los países, se requiere terminar con la actual hegemonía unipolar del imperialismo norteamericano y forjar por un mundo multipolar, es decir, con muchos poderes. Asimismo, en el caso de nuestros países, se requiere impulsar una nueva integración con un eje andino, indígena, campesino, mestizo; no excluyente sino más bien integrador, propuso Eduardo Cáceres.
A su turno, el director ejecutivo de la Asociación Pro Derechos Humanos, el doctor Miguel Jugo, se refirió a los derechos económicos, sociales y culturales, DESC. Asimismo, se refirió a la legislación que ha buscado recoger algunos planteamientos de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, CVR. En su intervención desarrolló los diversos pactos internacionales que reconocen los derechos humanos, los órganos de protección de estos derechos tanto de las Naciones Unidas como el sistema interamericano de los Derechos Humanos.
La mujer campesina y el enfoque de género
Este fue un tema que motivó mucho la participación de los asistentes fue sin duda el de la equidad de género y la organización de la mujer campesina, que fue desarrollado por Victoria Medina del Área Técnica de la CCP, quien presentó los conceptos del enfoque de género, las llamadas necesidades básicas y estratégicas de género. Asimismo, remarcó en la importancia de la participación de la mujer campesina en las propuestas de desarrollo rural.
En este debate que fue conducido por la secretaria de organización de la mujer campesina, Marcelina Vargas, los participantes abordaron los diferentes problemas que afrontan las mujeres, como la violencia familiar, los problemas de la atención en salud que muchas veces no consideran la variable cultural, la marginación de las mujeres en las decisiones organizativas y productivas, a pesar del importante rol que juegan las mujeres en la generación de la economía familiar.
Hay que destacar la activa participación de las dirigentes mujeres tanto nacionales como regionales en la presentación de su problemática en base a sociodramas que motivaron y estimularon el debate. En el panel que contribuyó a profundizar este importante tema participaron dirigentes campesinas que cumplen una destacada función organizativa en sus federaciones de base, como Paulina Valdiviezo del CEN-CCP; María Camarena presidenta de Conveagro Junín; Paulina Valencia de la SOMUC-FCCC del Cusco; Angélica Zeta de Piura, Lourdes Huanca, entre otras.
Una de las propuestas que surgió de este debate fue la necesidad de desarrollar las capacidades de las mujeres campesinas, promover espacios de capacitación y mecanismos de promoción; así como talleres para impulsar sus iniciativas organizativas productivas y económicas.
Sin duda esta segunda Escuela Nacional Campesina ha constituido un nuevo y valioso espacio para el aprendizaje, el debate y la reflexión para enriquecer el proceso de organización del X Congreso Nacional de la CCP, así como continuar fortaleciendo las iniciativas y propuestas para impulsar el desarrollo agrario y rural, defender los derechos económicos, sociales y políticos de las comunidades campesinas y la pequeña agricultura; y para consolidar el proceso de formación de las nuevas hornadas de dirigentes hombres y mujeres que tendrán en el futuro la responsabilidad de conducir la CCP y luchar por la justicia y el desarrollo rural, la descentralización, la democracia participativa; es decir, para la construcción de un nuevo gobierno y un nuevo poder para la conquista del sueño del nuevo Perú, en un “otro mundo posible” alternativo al que quiere imponer el neoliberalismo y la globalización excluyente.