Mientras los sectores sociales, populares y campesinos; instituciones como el Foro Salud, trabajadores del arte, estudiantes, entre otros, venimos dando una dura batalla para informar al pueblo peruano sobre los graves riesgos que implica la firma del Tratado de Libre Comercio, TLC, con los Estados Unidos, el principal escudero de este tratado, el ministro de Comercio Exterior, Alfredo Ferrero, ha empezado a perder los papeles, y víctima de la desesperación de ver cómo se empantanan las negociaciones, ha lanzado frontales ataques a quienes nos oponemos al TLC.
Frente a la creciente oposición social y popular al TLC, ante los contundentes argumentos que hemos venido desarrollando para demostrar los graves daños que este TLC puede causar a sectores como la pequeña agricultura, y huérfano de ideas, al ministro no se la ha ocurrido mejor idea de decir que “los que se oponen al TLC favorecen al narcotráfico y al terrorismo”.
Las respuestas a este despropósito del ministro defensor del TLC no se han hecho esperar, e incluso, han llegado desde sectores del propio gobierno. En efecto, el vicepresidente de la República David Waisman, le ha recomendado que tome “valeriana” para calmar sus nervios, que son producto de la frustración de no poder concretar las negociaciones. Asimismo, le ha recomendado pedir disculpas públicas, pero el pedante y soberbio ministro ha dicho que de ninguna manera se disculpará.
El congresista Javier Diez Canseco y el coordinador de Foro Salud, Pedro Francke, han considerado de “penosas y ridículas” las lamentables declaraciones. El presidente de Conveagro, Luis Zúñiga también ha salido al frente de lo dicho por Ferrero, y lo ha calificado de “loco”, y sostuvo que la desesperación por firmar el TLC le hace decir cosas absolutamente sin sentido.
Ferrero ha continuado con sus ataques también contra las ONGs que según él financian las campañas de oposición al TLC. Según su afiebrado razonamiento, las ONGs no quieren que se firme el TLC para que no se termine la pobreza y así puedan seguir gestionando recursos de la cooperación internacional.
Hay que remarcar que estas declaraciones del ministro del TLC no solo son descabelladas sino que demuestran la pedantería y la intolerancia de quien se considera el gurú de libre comercio; y no está dispuesto a escuchar críticas o cuestionamientos al tratado que defiende. Pero también es necesario decir que estas declaraciones son muy peligrosas pues se enmarcan en la lógica de seguir criminalizando las protestas sociales y populares no solo contra el TLC sino contra la política económica neoliberal del régimen de Alejandro Toledo.
Meter en un mismo saco a quienes haciendo uso de sus derechos constitucionales se oponen a la firma de un tratado que consideran perjudicial, junto con terroristas o narcotraficantes es algo muy delicado. Puede ser una advertencia de que el gobierno está dispuesto a buscar mecanismos para reprimir las cada vez más creciente oposición al TLC. No hay duda que Ferrero y Toledo, están dispuestos a todo con tal de consagrarse como los mejores servidores de los intereses del imperialismo norteamericano.
Sin embargo, ni las amenazas de Ferrero, ni el “sí o sí”, o el “Dejo de llamarme Alejandro Toledo sino firmo el TLC” del Presidente, ni los intentos de querer criminalizar las protestas populares, ni mucho menos el despropósito de pretender convertirnos en cómplices del terrorismo o el narcotráfico, van a impedir que el pueblo peruano y el campesinado sigan desarrollando sus movilizaciones, sensibilizando a la población e informando sobre los graves riesgos del TLC sobre todo para la agricultura y la salud de los más pobres.
En lo que concierne a la CCP, seguiremos impulsando la campaña por la consulta popular o el referéndum; seguiremos dando el debate para demostrar que el TLC no es solo un tratado comercial sino una estrategia para consolidar el dominio político, económico y militar de los Estados Unidos en los países andinos. Como parte del proceso de organización de nuestro X Congreso Nacional es justamente, en nuestras escuelas campesinas regionales y nacionales, seguiremos expresando nuestros argumentos que sustentan nuestra posición que el agro debe salir de las negociaciones del TLC y que el gobierno cumpla con defender la pequeña agricultura.
Seguramente el gobierno, con Toledo y Ferrero a la cabeza, seguirán compitiendo en quien se somete más a la potencia norteamericana y lanzando nuevos ataques a quienes se oponen al TLC. Sus actitudes no hacen sino parafrasear al célebre Don Quijote: “los perros ladran Sancho … señal que estamos avanzando”.