Guadalupe Hilario, supera la adversidad
Guadalupe Hilario Rivas, es una curtida y tenaz dirigenta agraria, que a lo largo de su vida ha logrado, a punta de empeño y una fortaleza a toda prueba, vencer una serie de obstáculos que derivaron de su actividad dirigencial. Con esa misma entereza, Guadalupe hoy viene librando otra nueva batalla, quizás una de las más duras que las anteriores porque es una batalla por su vida. Desde hace unos dos meses, Guadalupe ha emprendido la batalla por vencer el cáncer, y quienes la conocemos estamos seguros que una vez sabrá victoriosa.
Actual secretaria general colegiada de la Federación Departamental de Comunidades Campesinas y Nativas de Junín, FEDECIJ, base de la CCP, Guadalupe inició desde muy joven su ya larga experiencia como dirigente, primeo como Presidenta del Frente Estudiantil de la Escuela Normal de Chupaca “Teodoro Peñaloza”, cuando solo tenía 19 años. En 1980, inicia propiamente su labor como dirigente agraria y campesina, cuando fue elegida secretaria de organización de la Federación Campesina del Tambo y Anexos.
En 1981 fue elegida secretaria de asuntos femeninos de la antigua Confederación General de Campesinos del Perú, CGCP; y un año después, pasó a ser dirigente de Frente de Defensa de los Intereses del Perené. En los años posteriores desarrolla labores de apoyo al movimiento campesino en la provincia de La Convención, en el Cusco. Posteriormente y junto con el desaparecido dirigente Teófilo Rímac Capcha, fundan la Federación Departamental de Campesinos de Pasco, en los años 1986 y 1987.
A lo largo de todos estos años de trabajo gremial, Guadalupe Hilario no solo fue consolidando sus convicciones de lucha como mujer y dirigente comprometida con el movimiento campesino. También participó de los esfuerzos que los años 80 se impulsaba desde el movimiento popular para construir un referente político que levante las banderas de los pobres del campo y la ciudad. Por ello, integró también la hoy desaparecida Izquierda Unida (IU), movimiento por el cual llegó a ser regidora del distrito de Perené, provincia de Chanchamayo.
Tras quedar viuda en 1989, vinieron luego los duros años del desplazamiento forzado, como producto de la violencia política y la represión de los dirigentes populares y campesinos. Fueron 12 años en que vivió desplazada en Lima, tiempo en el que continuó desarrollando su actividad dirigencial, impulsando las familias desplazadas, fundando la organización Niños Unidos, participando en diversos eventos de mujeres, apoyando en la capacitación a las organizaciones ronderas de Ancash, y participando luego en las movilizaciones contra la dictadura de Fujimori.
El 1º de mayo pasado fue condecorada con la Medalla de Honor como luchadora social por la CGTP-base de Junín, en reconocimiento a su intensa labor dirigencial que continuaba desarrollando a pesar de ya sentir los rigores de la enfermedad que la aquejaba. Por ello, fue intervenida el pasado 3 de julio en el hospital de Neoplásicas, en Lima; y ahora se encuentra en proceso de recuperación y sometiéndose a un tratamiento de quimioterapia.
Guadalupe se viene recuperando gracias al apoyo moral y material, a la solidaridad que ha recibido de la CCP, la CGTP, CUT y de las organizaciones de familiares afectados por la violencia política. Su operación fue posible también con el apoyo del Programa de Apoyo al Redoblamiento de Junín y Lima. Con el apoyo de sus hijas, su proceso de recuperación total será largo y seguirá requiriendo del apoyo solidario. Con ello y con la fuerza y vitalidad que la caracteriza, Guadalupe sigue adelante, de a pocos venciendo los rigores del cáncer, y sabemos que vencerá. Y vencerá porque mujeres de su temple son necesarias para continuar fortaleciendo el movimiento agrario y campesino. Fuerza Guadalupe!!.