Afirma Hugo Blanco:

2005-07-16 00:00:00

Recientemente el Gobierno Regional de Cusco, promulgó una ordenanza en la que reconoce a los productores de hoja de coca del valle de La Convención, lo que motivó una serie de reacciones contrarias no solo de los grandes medios de comunicación limeños sino de autoridades del gobierno como el Premier Carlos Ferrero y el presidente de DEVIDA, Nils Ericsson. Ferrero, dijo por ejemplo que Cusco sería convertido en centro de narcotraficantes y que dicha ordenanza es un obstáculo para el combate al narcotráfico.

La respuesta al Premier no se ha hecho esperar y justamente viene desde alguien que no solo es la zona de La Convención sino que conoce a fondo la realidad que atraviesan estos productores de hoja de coca, que Ferrero por cierto apenas conoce por televisión. En efecto, Hugo Blanco, dirigente histórico de la CCP y del campesinado cusqueño, ha descalificado para hablar de combate al narcotráfico no solo a Carlos Ferrero, sino a todos aquellos que trabajan y aplican las políticas de la DEA, la Oficina Antidrogas de los Estados Unidos.

“Quienes han sido socios del corrupto Montesinos no pueden hablar de políticas antidrogas que quiere imponer la DEA y DEVIDA, que buscan la erradicación de los cultivos de hoja de coca. No hay que olvidar que Montesinos ha sido uno de los grandes narcotraficantes durante el gobierno de Fujimori, del que formó parte Carlos Ferrero”, dijo Hugo Blanco.

Agregó que el combate al narcotráfico es en realidad un pretexto para la penetración de las tropas norteamericanas en territorios de Perú y Bolivia, como ya están en Colombia. La DEA sabía muy bien que Montesinos tenía negocios con el narcotráfico, pero lo utilizaron para sus fines como antes lo hicieron con el general Noriega de Panamá a quien luego lo apresaron.

Hugo Blanco recordó además que la propia Central de Inteligencia Americana, la tenebrosa CIA, ha reconocido que en la década de los 80 impulsó a los contrarrevolucionarios de Nicaragua a comercializar droga para obtener fondos para comprar armas para combatir al gobierno sandinista de Nicaragua. “Por lo tanto, qué autoridad pueden tener los norteamericanos para combatir el narcotráfico”, reiteró el dirigente campesino, quien planteó que lo que hay que combatir son las causas que producen el narcotráfico como la angustia y la ansiedad de la juventud norteamericana que por el tipo de vida que llevan tienen que recurrir a los narcóticos.