Cuba exige sanción contra terrorista Posada Carriles

2005-06-14 00:00:00

El 6 de octubre de 1976, una nave de la aerolínea Cubana de Aviación, que había despegado de Barbados con 73 personas a bordo –entre ellas la selección de esgrima de Cuba- estalló en el aire a pocos minutos de haber despegado. El autor intelectual de este acto criminal y terrorista fue Luis Posada Carriles, un contrarrevolucionario de origen cubano, agente de la CIA y de la Fundación Nacional Cubano Americana, con sede en Miami, que financia con el apoyo del gobierno norteamericano las acciones terroristas que por más de 45 años sufre el pueblo cubano.

Este terrorista se ha encargado él mismo de ufanarse de este y otros crímenes, por lo que luego fue detenido en Venezuela, desde donde huyó con el apoyo de la policía de ese país que lo disfrazó de militar. Luego fue detenido en Panamá, cuando pretendió atentar contra la vida del presidente cubano Fidel Castro. Allí estaba siendo procesado por terrorismo, hasta el 26 de agosto del 2004, cuando fue indultado por la entonces presidenta Mireya Moscoso, a pocos días de dejar el poder. Este terrorista, reapareció hace pocos meses en Miami, donde solicitó asilo político al gobierno de George Bush.

El 17 de mayo pasado, en La Habana más de un millón de cubanos realizaron una Marcha Contra el Terrorismo, para exigir la detención de Posada Carriles y su extradición a Venezuela, solicitada por la justicia de ese país, pues este terrorista cuenta con la nacionalidad venezolana. En esta multitudinaria movilización, el presidente Fidel Castro, sintetizó la calaña de este criminal que es cobijado por el gobierno norteamericano.

“Posada Carriles no solo participó junto a Orlando Bosch -entonces jefe del CORU, organización creada por la CIA- en la destrucción del avión de Cubana, sino que después, durante muchos años, organizó decenas de planes de atentados contra la vida de los más altos dirigentes de la Revolución Cubana, e hizo estallar numerosas bombas en hoteles de turismo en Cuba, mientras Orlando Bosch, aparentemente prófugo de las autoridades norteamericanas, fue partícipe, junto a los cuerpos represivos de Augusto Pinochet, en el secuestro y el asesinato de importantes personalidades chilenas, como Carlos Prats y Orlando Letelier, o la desaparición de numerosos luchadores contra el fascismo en Chile, e incluso el secuestro y la muerte de diplomáticos cubanos”, señaló Fidel en su intervención.

Agregó que “esta no es una marcha contra el pueblo de Estados Unidos, como hemos dicho antes y lo reiteramos hoy; es una marcha contra el terrorismo, a favor de la vida y de la paz de nuestro pueblo y del pueblo hermano de Estados Unidos, en cuyos valores éticos confiamos”. En efecto, el pueblo cubano dio una prueba más al mundo de la doble moral del presidente Bush frente al terrorismo. Para él hay los “terroristas malos”, que son los que vuelan las torres gemelas. Pero hay también los “terroristas buenos”, que son aquellos criminales como Posada Carriles y Orlando Bosh, que atentan contra Cuba y otros países que no se someten a los designios de imperio.

Lo cierto, es que Posada Carriles sigue teniendo la protección de Bush, quien se niega a extraditarlo a Venezuela. Si lo deporta corre el riesgo que este criminal rebele las conexiones del gobierno con las redes terroristas que actúan contra los que considera sus países enemigos. EEUU ha demostrado que su “lucha contra el terrorismo” no es tal pues se ha convertido en el santuario de la impunidad para terroristas internacionales como Posada Carriles.

LOS CINCO HEROES CUBANOS PRISIONEROS EN EEUU

A principios de la década de los 90, se incrementó la ola de violencia terrorista contra Cuba, promovida y financiada por los grupos de extrema derecha de exiliados cubanos en Miami. Los grupos extremistas de Miami, habían ubicado como blancos principales de sus actos terroristas los hoteles y centros turísticos de La Habana, con la finalidad de ahuyentar el turismo, uno de los principales rubros de ingresos para la golpeada economía cubana, tras la caída del bloque socialista de Europa del Este.

Bombas en varios hoteles, que cobró la vida de un turista italiano, en el aeropuerto de La Habana y en lo ómnibus que trasladaban personas al aeropuerto, sacudieron a la Isla. Cuba denunció estos actos ante el gobierno de los EEUU y las propias Naciones Unidas, sin obtener la atención del caso.

El gobierno de a Isla, decide entonces neutralizar estos atentados, enviando a EEUU a cinco agentes de seguridad, quienes lograron infiltrar estos grupos de mercenarios y así no solo evitaron nuevos atentados sino que contribuyeron a salvar muchas de vidas de sus compatriotas. Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino, Fernando González y René González, cumplieron esta misión en defensa de su patria, de la Revolución y sin causar ningún daño al pueblo norteamericano.

El gobierno norteamericano se percata de la presencia de los jóvenes cubanos en el año 1997 y al año siguiente, en 1998, fueron detenidos por agentes del FBI, acusándolos de una serie de cargos, como el no haberse registrado como agentes extranjeros. Luego, en diciembre del 2001 se les abrió uno de los juicios más largos de la historia norteamericana, los acusaron de conspirar para cometer espionaje y fueron objetos de brutales sentencias: tres fueron condenados a cadenas perpetuas, uno a 15 años y el restante a 19 años de cárcel.

El juicio que duró siete meses y ha estado marcado por una serie de vicios procesales y por la violación de una serie de derechos de los jóvenes cubanos. El jurado de Miami que los condenó estuvo integrado por personajes vinculados a poderosos intereses económicos, que nunca lograron probar los cargos y que han convertido este proceso un juicio político contra Cuba. Además, el país que supuestamente es el “reino de la libertad y campeón de los derechos humanos”, les niega las visas humanitarias para que sus familiares cubanos puedan viajar y visitarlos en las cárceles donde están confinados.

En realidad, el caso de Los Cinco, como ya se les conoce internacionalmente, no es sino una muestra más de la doble moral que exhibe el gobierno de EEUU, que invade países con el pretexto de luchar contra el terrorismo, que cobija a terroristas como Posada Carriles, pero que no duda en apresar a cinco patriotas cubanos para mantener sus compromisos y proteger a los grupos terroristas de Miami.

El gobierno cubano y muchas organizaciones internacionales han impulsado una gran campaña para lograr la liberación de Los Cinco. La reciente marcha contra el terrorismo fue también en solidaridad con ellos. La solidaridad con ellos crece en muchos países. La Confederación se suma a ella. Como dicen en Cuba, Los Cinco Volverán, y lo harán porque su pueblo los reclama, y porque la justicia y la libertad romperán más temprano que tarde las cadenas opresoras del imperio.