Central campesina cumple hoy 58 años de fundación

2005-04-11 00:00:00

La Confederación Campesina del Perú, CCP, una de las organizaciones del campo más antiguas de nuestro país, cumple hoy lunes 11 de abril, 58 años desde que fuera fundada por el luchador campesino iqueño y discípulo de José Carlos Mariátegui, Juan Hipólito Pévez Oliveros en 1947; y este nuevo aniversario encuentra a la central campesina inmersa en la defensa de los derechos de las comunidades campesinas y de la pequeña producción agraria, hoy amenazada por el TLC con los Estados Unidos y por la constante agresión de las grandes transnacionales mineras.

La historia de la CCP forma parte de la rica historia del movimiento campesino peruano, que se resume en la lucha por la tierra, la democracia, la producción, así como por los derechos de los millones de hombres y mujeres de las comunidades campesinas y pequeños productores de la costa, sierra y selva, no solo como productores sino sobre todo como ciudadanos.

Por sus filas dirigenciales han pasado y aún forman parte destacados líderes campesinos, que iniciaron la lucha por la reforma agraria en el Perú, como Hugo Blanco, quien contribuyó a organizar los primeros sindicatos campesinos en La Convención, Cusco desde la década de los 50. A ellos se suman Andrés Luna Vargas, dirigente campesino piurano, quien en los años 70, siendo secretario general de la CCP, organizó las grandes recuperaciones de tierras en Andahuaylas, Cusco, Puno y otros lugares del país.

Otros luchadores campesinos ya desaparecidos contribuyeron a gestar la historia de la CCP y del movimiento campesino, como Lino Quintanilla, Pedro Laura Ochochoque, Lucio Condoma, Porfirio Suni, y el propio Julio César Mezzich, entre otros cientos de dirigentes de base que dieron su vida en la lucha por el sagrado derecho a la tierra.

La CCP también se ha puesto a la cabeza de la defensa de la democracia durantes las diferentes dictaduras que se instalaron en nuestro país; su más reciente participación se dio con su invalorable contribución en la organización de la Marcha de los Cuatro Suyos, que fue el inicio del derrumbe de la corrupta dictadura fujimorista. No está demás recordar, que fue justamente desde los balcones de nuestro local institucional en la Plaza Bolognesi, en Lima, cuando un 26 de julio del 2000, se realizó el primer mitin para protestar contra el ilegal tercer mandato de Fujimori.

Su lema histórico ¡Por la tierra y el poder! resumen de alguna manera la historia de estos 58 años de vida institucional de la CCP y hoy más que nunca se mantiene vigente, frente a la imposición de un modelo económico neoliberal que durante estos últimos quince años, no ha hecho otra cosa que profundizar la miseria y la pobreza de los campesinos y campesinas, así como la ruina del agro nacional. Hoy, ese más de 52% por ciento de pobreza y extrema pobreza que sufre el Perú, se concentra precisamente en el campo.

Esta situación se hará mucho más grave si se concreta la firma del TLC con los Estados Unidos, por ello, la CCP junto con otras organizaciones sociales y sindicales, se han puesto a la cabeza de la Campaña Peruana frente al TLC, para exigir que el agro nacional no se incluya en este tratado y que se consulte a la población peruana si está de acuerdo con el TLC, mediante la convocatoria a un referéndum.

Sin embargo, no es solo el TLC el peligro que pende sobre las comunidades campesinas y la pequeña producción. A raíz de todas las facilidades que el modelo neoliberal permite a la actividad minera, las grandes transnacionales como Yanacocha, Barrick, Manhattan, entre otras, han desatado una sistemática agresión de los recursos naturales de las comunidades campesinas, que ponen en riesgo la actividad agropecuaria sobre todo en Cajamarca y Piura, departamentos eminentemente agropecuarios.

Es frente a esos abusos que también la CCP se encuentra hoy en pie de lucha, con nuestra bases de las rondas campesinas de Cajamarca y de la sierra central de Piura, que se vienen constituyendo en las verdaderas defensoras de sus recursos naturales y del medio ambiente, cada vez más en riesgo por la acción depredadora y nada sustentable de las empresas mineras. Frente a ello, la CCP levanta su propuesta de desarrollo agrario y defensa de la pequeña producción.

Es en estas jornadas que nos encuentra nuestro 58 aniversario, fecha en la que nos reafirmamos en nuestros principios de defender el derecho a la vida de los hombres y mujeres del campo; y son estas tareas organizativas las que vienen librando los dirigentes nacionales y regionales que hoy tienen la responsabilidad de conducir la CCP y sus bases.

La CCP viene levantando una propuesta agraria que se basa en la defensa de la producción nacional, en mejores precios para los productos campesinos como la papa y las carnes; en un desarrollo descentralizado con base en el desarrollo agrario, para lo cual demandamos incrementar la inversión pública en el agro y las comunidades campesinas, una política de soberanía alimentaria, financiamiento a través de una banca de fomento, defensa de la tierra y territorio comunal, democracia participativa, entre otros.

Actualmente la CCP cuenta con una secretaría general colegiada que la integran Washington Mendoza Aguirre, dirigente chumbivilcano (Cusco); Wilder Sánchez Chávez, dirigente rondero de Bambamarca (Cajamarca); y Pablo Quispe Huamán, de Huancavelica, a los que se suman Lorenzo Ccapa, Everardo Orellana, Renán Gallo, Marcelina Vargas, Paulina Valdiviezo, Berha Amao, Lourdes Huanca, entre otros, quienes asumen hoy la responsabilidad de mantener vigentes las banderas de la gloriosa Confederación Campesina del Perú.

Actualmente la CCP forma parte de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo, CLOC, y de Vía Campesina, movimientos internacionales que luchan por la defensa de la pequeña agricultura y los derechos de las organizaciones campesinas e indígenas, y se enfrentan a modelo neoliberal y excluyente que privilegia el latifundio, el agronegocio, los cultivos transgénicos, y que quieren convertir a la tierra y el agua a una simple mercancía.