Ginebra.- Más de 1200 representantes de 150 organizaciones y movimientos de los cinco continentes participaron entre el jueves 17 y el domingo 20 de marzo del II Foro Alternativo Mundial del Agua (FAME según sus siglas en francés).
Exigieron que el agua sea considerada como bien común de la humanidad y, por lo tanto, excluida de la esfera del comercio y de las reglas del mercado.
El ex-presidente portugués Mario Soares y Danielle Mitterrand, fueron presidentes de honor del cónclave. Jean Ziegler, sociólogo y escritor suizo, relator de las Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación, estuvo entre los invitados especiales.
La declaración final del Foro Alternativo Mundial del Agua (FAME) conocida al atardecer del domingo 20 de marzo, destaca los cuatro pilares programáticos que en tanto ejes de contenido ordenaron los debates.
El acceso al agua como derecho humano innegociable; el vital líquido en tanto bien común; el financiamiento colectivo del acceso del agua; y la gestión democrática del agua en todos sus niveles.
Dicha declaración sostiene enfáticamente que el agua no puede ser tema de negociación ni en los acuerdos comerciales multilaterales o bilaterales ni en las instituciones financieras internacionales.
FAME 2005 exigió un estatus del agua en el plano mundial que permita: tener en cuenta la globalidad del ciclo del agua; que impida su apropiación; que asegure la responsabilidad colectiva sobre el vital líquido y que asegure "su gestión y control por parte de una autoridad pública fundada en un poder político legítimo".
Foro propositivo
"El Foro que acabamos de clausurar ha mostrado la enorme riqueza de las diferencias así como el alto grado del debate democrático" enfatizó a este corresponsal Alberto Velasco, presidente del comité de organización.
"No tuvimos ningún miedo que aparezcan en público las diferencias. Sin embargo hay que subrayar las importantes conclusiones de consenso expresados en la Declaración Final, así como en otros documentos colectivos complementarios", señaló.
Velasco subrayó que FAME 2005 "implica un cambio en la manera de trabajar de los Foros", sobre la base de documentos previamente elaborados y profundizados en grupos de trabajos. "Esa novedad metodológica de elaborar proposiciones concretas implicó que en Ginebra debiéramos hacer un aprendizaje importante", puntualizó Velasco, al reconocer "que las delegaciones asiáticas, africanas y latinoamericanas vuelven muy satisfechas y enriquecidas"
Junto con la Declaración Final fueron dadas a conocer las "Conclusiones de la Asamblea de Asociaciones" que reunió en la jornada del domingo a representantes de un centenar de ONG y movimientos asociativos que trabajan con el tema del agua.
Movimientos sociales
Dicho documento insiste en impulsar una campaña contra los Acuerdos Generales de Comercio de los Servicios, debatidos en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Esta iniciativa internacional tendrá como ejes la movilización contra la privatización del agua y en defensa del servicio público de su distribución.
Además, contra las "empresas mutinacionales que actúan en el sector hídrico incluidas las que comercializan el agua en botella" y a favor "de acciones ciudadanas" a favor del acceso al agua y su inscripción en como bien público mundial (siguiendo el ejemplo de la iniciativa popular de Uruguay de octubre pasado o la nueva propuesta de ley de la Región Toscana, en Italia).
Representantes de grupos sociales de 21 países, entre ellos 11 de Latinoamérica -Perú, Bolivia, Ecuador, Brasil, Uruguay, Paraguay, México, Colombia, Venezuela, Costa Rica y Chile- incorporaron tres puntos clave a la declaración.
Una condena al tipo de asociación "público-privado" (gobiernos-empresas multinacionales) promovida por el Banco Mundial en muchos proyectos de agua impulsados en países del Sur.
Una condena a la transnacional "Suez Lyonnaise de Aguas" (Francia), con fuerte presencia en América Latina, así como a la institución española "Abengoa" de España y la cooperación alemana GTZ "que destruyen los procesos de consulta popular de nuestros pueblos".
Adicionalmente, ratifica que "la única forma de dominar la mercantilización del agua… pasa por dar el poder a los ciudadanos a través de los movimientos sociales" que por sus luchas y proposiciones confrontan los fundamentales de ese modelo.
Por una Asamblea Mundial del Agua
Diputados y representantes municipales y regionales de 13 países - Brasil y Venezuela por Latinoamérica- realizaron también en Ginebra su primer encuentro mundial en el marco de FAME 2005.
El documento final, luego de denunciar "la deuda de los países del Sur", y "las políticas financieras del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial", enumera 19 puntos en la dirección de aplicar la Declaración de Roma: "El Agua, derecho humano universal".
Entre otras iniciativas proponen instalar un Fondo cooperativo mundial destinado a garantizar el financiamiento público de servicios e inversiones para asegurar el acceso de todos al agua.
Así como promover "la constitución de una autoridad mundial del agua, independiente de las instituciones financieras, encargada de la prevención y la resolución de los conflictos en torno al agua".
En ese sentido, apuestan también a constituir una Asamblea Mundial del agua, estructura que debería reunir a representantes de movimientos ciudadanos, autoridades electas, sindicatos, organizaciones de mujeres y otros grupos comprometidos en la defensa del agua como bien común.
Los diputados y autoridades electas, proponen también "orientar las políticas de cooperación de los países del norte a través de la asociación de contrapartes públicas- públicas en vista de promover y sostener los servicios públicos de los países del sur", oponiéndose así al criterio público-privado impulsado por muchos gobiernos del Norte y el Banco Mundial.
Como consecuencia directa del encuentro de Ginebra se propone un encuentro a inicios del 2006, posiblemente a realizarse en Bélgica, para que representantes del Parlamento Europeo, del Panafricano, del PARLATINO (de América latina) y de entidades homólogas asiáticas analicen conjuntamente la posibilidad de crear un Parlamento Mundial del Agua.
Para asegurar la continuidad del trabajo del Foro, se constituirá un
secretariado permanente con sede en Ginebra, que "será financiado por las organizaciones miembros y eventualmente con apoyo de fondos públicos", explicó Alberto Velasco a este corresponsal.