La “justicia boliviana” aún está controlada por el poder del “gonismo”
ALAI-AMLATINA-Cochabamba.- Acusado por los delitos de “asesinato, alzamiento armado, sedición, atribuirse los derechos del pueblo, incendio, conspiración, daño calificado, desastre de medios de transporte, atentado de la seguridad de los transportes, atentado contra los servicios públicos, terrorismo, sabotaje, privación de libertad, atentado contra la libertad de trabajo y coacción”, presuntamente cometidos en octubre de 2003, el dirigente fabril y portavoz de la Coordinadora del Agua y del Gas, Oscar Olivera Foronda, fue citado a declarar el viernes 11 de febrero ante una representante de la Fiscalía General de la Nación.
Con semejantes acusaciones, ¿estaremos ante un peligroso terrorista?, se preguntarán nuestros lectores. Oscar Olivera Foronda, dirigente fabril y portavoz de la Coordinadora de Defensa del Agua y del Gas, al igual que otros dirigentes como Felipe Quispe, Jaime Solares, Roberto de la Cruz,David Vargas, Faustino Ugarte y Evo Morales están siendo buscados por la “justicia” boliviana para que declaren por los sucesos de la “guerra del gas”.
¿Y el principal culpable de los asesinatos a 67 bolivianos y bolivianas? Bien, muy bien. Gonzalo Sánchez de Lozada y su principal colaborador, conocido como el ex “ministro de la muerte” Carlos Sánchez Berzaín, se encuentra gozando de las playas de Miami bajo la protección del presidente "antiterrorista” George W. Bush.
Aunque el 14 de octubre de 2004, el Congreso Nacional determinó iniciar un juicio de responsabilidades contra Sánchez de Lozada y todos sus ministros, hasta ahora no se concretó ninguna acción judicial.
La resolución congresal fue tajante: “El Congreso Nacional autoriza la remisión del proceso relativo al juicio de responsabilidades contra el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y su gabinete ministerial conformado por Carlos Saavedra Bruno, Carlos Sánchez Berzaín, Yerko Kukoc del Carpio, Javier Torres Goitia, Hugo Carvajal, Guido Áñez, Adalberto Kuajara, Dante Pino, Erick Reyes Villa, Mirtha Quevedo, Javier Comboni, Carlos Morales, Jorge Berindoague, José Guillermo Justiniano y Jorge Torres, por violación a los derechos y garantías individuales consagradas en el título primero de la Constitución Política del Estado en sus
artículos 6, 7, 9, 12, 13 y 21 y el artículo 138, párrafo 2º y 3º del Código Penal, según el requerimiento del 21 de noviembre del 2003. Es dada en el Congreso Nacional a los 14 días del mes de octubre de 2004”.
En los últimos días se conoció que Sánchez de Lozada – conocido con el sobrenombre gringo de “Goni”- vendió sus acciones de la Compañía Minera del Sur (COMSUR) a la empresa suiza Glecore Internacional A.G por la suma de 220 millones de dólares.
El fiscal general de la nación, Pedro Gareca, que asumió el cargo el 17 de diciembre pasado, justificó esa acción por “errores procesales” de sus antecesores y determinó anotar preventivamente el resto del patrimonio del ex Jefe de Estado.
La justicia manipulada
El dirigente fabril ante la fiscal María Luisa Torres declaró: “Quiero añadir que veo con absoluta preocupación e indignación que el Poder Judicial, el Ministerio Público, en ciertos niveles, como el caso del Fiscal General actúa con absoluta negligencia cuando primero se pone en el banquillo de los acusados a los dirigentes y no así a los verdaderos responsables y, el último caso y objetivo es que hace un mes el Comité Impulsor del Juicio de responsabilidades a Sánchez de Lozada, denunció ante el fiscal que el señor Sánchez de Lozada estaba a punto de vender la empresa que tiene en Bolivia, como es COMSUR y no hizo nada para evitar este hecho”.
La proposición acusatoria contra los dirigentes del movimiento popular boliviano fue presentada por la abogada Gislaine Cerball de Mittelstand, según Olivera Foronda, todas las acusaciones son absolutamente falsas. “Consideramos nosotros que esta abogada está siguiendo instrucciones del señor Sánchez de Lozada y Sánchez Berzaín para pretender criminalizar y penalizar a las organizaciones sociales y sus portavoces”, remarcó.
Una vez conocida la determinación del Parlamento Nacional, el ex presidente Sánchez de Lozada, desde Washington DC (Estados Unidos), dijo que se resistirá a una posible orden de extradición, exigió una investigación internacional de las muertes ocurridas durante la movilización social que llevó a su renuncia y agregó que el actual presidente Carlos Mesa “fue parte del golpe”.