Las vacilaciones de la dirección de Conveagro
Como no había ocurrido en las anteriores asambleas de CONVEAGRO, esta vez su comité directivo, tardó más de lo acostumbrado para emitir las conclusiones de la reunión. A casi un mes, recién empezó a circular este documento oficial, que mutila aspectos centrales de la propuesta fue preparó la CNA, ANPEAP y CCP. Es decir, en los marcos cerrados del Comité Directivo, sin invitar a quienes formularon la propuesta, se hicieron los cambios que consideraron convenientes.
Tal demora parece explicarse por las vacilaciones del Comité Directivo de recoger lo que ha sido el sentir de importantes bases de todo el país respecto al TLC, la Carta Verde y el llamado plan de relanzamiento del agro del gobierno, y que tendrán un alto costo para el movimiento campesino y agrario. En la versión inicial se recogía lo que fue una de las principales demandas: suspender las negociaciones del TLC en sus aspectos agrarios, ante la decisión tomada por EEUU de mantener los millonarios subsidios a su agricultura. En el pronunciamiento final, esto no se recoge como una demanda de una mayoría significativa de los gremios, sino como apenas de “un sector de participantes”.
Tampoco se menciona para nada la responsabilidad que le cupo al gobierno de Fujimori de someterse a los dictados de la OMC, que en el documento preparado por los tres gremios, se calificaba con una traición al agro nacional. Por otro lado, el pronunciamiento califica como un éxito la firma de la Carta Verde, que en opinión de la CCP y otros gremios más, no ha pasado de ser un instrumento de uso político del gobierno, sobre cuyos compromisos no hay avances significativos. Mientras tanto, se han dejado de lado temas tan importantes de sectores que han desarrollado movilizaciones como los productores de hoja de coca o la derogatoria de la Ley de Reversión de tierras, la censura al ministro de Comercio Exterior, Alfredo Ferrero, por no acudir al evento; como tampoco la crítica al Ministro Alvaro Quijandría por no quedarse a debatir las propuestas de los gremios.
Y lo que llama poderosamente la atención es que el pronunciamiento incluya un tema que nunca fue discutido en el VIII Conveagro, como es el de la famosa “reconversión del agro”, que aparece en el numeral 7. Allí se afirma que “estamos de acuerdo con este proceso, siempre y cuando se permita la participación de los gremios en el diseño y aplicación de políticas”. Pero lo más grave, es que gente con tanta experiencia en el tema agrario, reduzca la reconversión a “mejores carreteras, acceso al crédito, apoyo a la comercialización (almacenes), apoyo tecnológico”, entre otros.
Una posición de esta naturaleza no expresa la orientación de las organizaciones de Conveagro y es más bien un allanamiento a las condiciones que los EEUU ya tienen definidas para no tocar el tema de los subsidios, como lo expresan en sus documentos oficiales. Porque a fin de cuentas, la llamada política de reconversión significa, que la agricultura peruana debe adaptarse a las reglas del TLC; y que obviamente, el Perú deberá financiar con recursos propios este proceso. Es decir, para colmo de males, los subsidios norteamericanos y el TLC hacen el daño y el Estado peruano paga los costos.
Frente a estas incongruencias, el CUNGA ha acordado emitir un pronunciamiento en el que explicite su posición frente a estos temas y su decepción por incorporar aspectos que nunca fueron debatidos, y que van a causar una gran confusión en las bases, y desubicar a CONVEAGRO en su función de ayudar a enfrentar con coherencia a un TLC que nos quiere imponer el gobierno de Bush y Toledo y que se sustenta en los ejes medulares de su política neoliberal.