Las organizaciones gremiales tanto campesinas como sindicales, vienen participando desde algunos años en determinados espacios de concertación para buscar soluciones a su variada problemática. No todas las experiencias en que han participado han tenido resultados concretos, sin embargo hay que persistir en seguir impulsando estas experiencias.
Hay que tomar en cuenta que la concertación que se han venidos dando en determinados espacios se da en dos niveles: una entre actores sociales iguales o similares para lograr consensos; y otra con el Estado, gobiernos regionales y locales para lograr soluciones concertadas. En la medida que los actores sociales vean los resultados de la concertación, esta práctica podrá tener sostenibilidad, de lo contrario corre el riesgo de desprestigiarse como práctica social.
No hay que olvidar que la concertación no es un proceso que se da en el aire. Está cruzado por un conjunto de elementos políticos, económicos y hasta culturales que lo hace por tanto un proceso complejo. La riqueza de experiencias de concertación que existen en el país tanto a nivel local, regional o nacional, nos dan cuenta de logros importantes pero también de frustraciones.
Todos estos aspectos fueron materia de reflexión y debate, durante el IV Encuentro de Contrapartes de FOS Perú, que se realizó del 11 al 13 de noviembre pasado y que sirvió para presentar un conjunto de experiencias de concertación para impulsar el desarrollo en diversos espacios que van desde lo local a lo nacional; y en la que participan gremios como la CGTP, la propia CCP, Federaciones Campesinas como las de Cusco y Puno; y la Junta Nacional del Café (JNC).
También se presentaron otras experiencias similares a los procesos de concertación que se dan en Chile o Bolivia; y el rol que juegan los gremios y las organizaciones sociales en estos espacios. Todas estas reflexiones tuvieron como punto de partida dos exposiciones motivadoras a cargo del ex ministro de Trabajo Fernando Villarán y el analista político Santiago Pedraglio.
La participación en los procesos de concertación es importante; pero al mismo tiempo hay la necesidad de seguir fortaleciendo las organizaciones sociales y dentro de ellas, el movimiento campesino, justamente para tener capacidad de presión social para lograr la incidencia. Si bien, el evento de FOS ha abierto una ventana para la reflexión y el debate, hay la necesidad que las organizaciones sociales continuemos aportando en esta reflexión.