EDITORIAL

2003-11-06 00:00:00

Luego del exitoso Paro Nacional Agrario de los días 26 y 27 de setiembre, convocado por el CUNGA, y que en la práctica constituyó una auténtica censura a la incapacidad del ministro de Agricultura Francisco Gonzales, el Congreso de la República decidió interpelarlo. Si bien no se logró el objetivo de censurarlo (faltaron apenas 11 votos), tampoco Gonzales obtuvo el apoyo del Parlamento, lo que significó en los hechos una derrota política no sólo para el titular del MINAG sino para el propio gobierno.

Consciente de la crítica situación del ministro y de la incredulidad que genera en los gremios agrarios y en particular en el CUNGA, el Presidente Toledo decidió tomar el problema en sus manos y convocó en Piura a una reunión con algunos productores del agro de esa región. El resultado de ese evento, fueron sin embargo, la reiteración de viejas promesas y anuncios generales que no resuelven ni mucho menos reactivan a este importante sector productivo nacional. Es decir, estamos nuevamente ante una “mecida más”, para utilizar el castizo lenguaje de los hombres del campo.

Para corroborar lo que señalamos, una semana antes, bajo la iniciativa del ministro Raúl Diez Canseco pero con el aval de Toledo, el gobierno anunció su retiro del grupo G-21, que se formara en la Conferencia Ministerial de la OMC en Cancún, para frenar la política de subsidios agrícolas que los países poderosos otorgan a su agricultura y que generan la competencia desleal. Precisamente, este retiro además de que implicó ceder a la presión del gobierno norteamericano, significa centralmente un nuevo golpe a la producción nacional.

En este marco, ya han empezado a vocearse los cambios ministeriales y entre los probables candidatos a ocupar la cartera de Agricultura, se menciona nada menos a quien pretendió continuar con las privatizaciones al más puro estilo fujimorista y que fue derrotado por la lucha del pueblo de Arequipa; es decir, a Pedro Pablo Kuczynski; y Alfonso Velásquez, representante de los empresarios exportadores que no están ligados a la producción. De nuevo, un poco más de lo mismo.

Hay que remarcar que en medio de este escenario se produjo la Asamblea Nacional del CUNGA del 17 de octubre, donde se hizo un balance del exitoso Paro Agrario y se reafirmó la vigencia de la Plataforma Unitaria Agraria y se discutió la convocatoria a un Paro Agrario Indefinido.

Y prosiguiendo con sus reuniones, el Presidente ha convocó para el 31 de octubre a una reunión amplia en Palacio a diversos sectores entre ellos, el CUNGA, la Junta de Usuarios de Riego, CONVEAGRO y a los empresarios agrarios, para discutir la reactivación del sector.

Respecto de esta reunión, para la CCP las cosas deben estar claras y reiteramos lo que ya hemos señalado: no basta el cambio de nombres y por lo tanto, más allá de quien ocupe la cartera de Agricultura, lo que realmente importa es que el gobierno dé muestras claras y concretas de su voluntad de cambiar la política económica vigente, así como de la política sectorial agraria.

Tal como lo plantea la Plataforma del CUNGA, la reactivación del agro nacional, sólo será posible en un nuevo contexto económico, en el que se definan políticas diferenciadas para la pequeña agricultura y las comunidades campesinas, que destine los recursos para la inversión pública en el agro de las regiones; que defienda la producción nacional y garantice precios justos para los pequeños productores y comuneros.

Si bien la reunión que ha convocado el presidente Toledo significa de alguna manera una derrota a la política autoritaria y divisionista que desarrolló el ministro Francisco Gonzales, también hay que señalar con suma claridad, que si en esta reunión el Presidente no restituye el espíritu y la letra del DS 041, que dio nacimiento al verdadero CONACA; y si al mismo tiempo, no anuncia medidas concretas de modificación de la política macroeconómica y sectorial vigentes, entonces no pasará de ser una mecida más de las tantas que se vienen dando desde julio del 2001.

Mientras tanto, desde la CCP y el CUNGA, debemos continuar con la tarea de difusión del carácter justo y amplio de nuestra plataforma unitaria agraria, y plasmar los acuerdos de la constituir los CUNGAS departamentales, condición necesaria para impulsar y garantizar nuevas medidas de lucha contundentes y unitarias del agro nacional.

De igual manera, garantizar el éxito de nuestro IV Consejo Nacional de la CCP, que está convocado para los días 3, 4 y 5 de diciembre, para fortalecer nuestras bases y seguir consolidando las fuerzas que se expresaron activamente poniéndose a la cabeza del último paro nacional agrario.

Asimismo, debemos dar continuidad a nuestras alianzas estratégicas regionales con otros movimientos campesinos e indígenas, que en el reciente II Foro Andino de las Organizaciones del Campo frente al ALCA, han reafirmado su voluntad unitaria y de integración para luchar de manera conjunta por políticas agrarias que favorezcan a la pequeña agricultura y las comunidades campesinas e indígenas.