Sirvan estas primeras líneas para saludar a los lectores de La Industria de Chimbote y desearles que el 2008 que empieza sea mejor que el 2007 que se acaba de ir; y al mismo tiempo para permitirme sugerirles estar atentos sobre algunos de los cuentos que seguiremos escuchando en los próximos doce meses por parte de quienes nos (des)gobiernan o que nos han (des)gobernado.
Es obvio que empezaré por el nuevo adalid neoliberal que hoy ocupa Palacio de Gobierno para regocijo de la derecha política y económica. Y uno de los viejos cuentos que seguiremos escuchando tendrá que ver con su famoso perro del hortelano , que es como se les conoce a los dos artículos publicados el año pasado en un diario capitalino y que terminó siendo su confesión de parte neoliberal.
En síntesis, Alan García va a seguir recurriendo al famoso can, para responder a las protestas sociales que también se irán incrementando, y volverá a decirnos que son los perros del hortelano los que no dejan comer a boca llena a las empresas mineras, que impiden que estas sigan explotando las riquezas del país sin pagar los impuestos que corresponden y menos las regalías, y que obstruyen la sistemática depredación de nuestros recursos naturales sobre todo del agua. Ah, y volverá con el cuento que de que los campesinos saldrán de la pobreza rematando sus tierras para permitir que florezca lo que él llama la “nueva clase media agraria”, verbigracia, los neo gamonales.
Pero el inquilino de Palacio, cuando encima tenga las protestas sociales, recurrirá al viejo cuento de repetir que el Perú es el país que más ha crecido económicamente en América Latina, que ese crecimiento es la prueba suprema de la solidez económica del país, y que los que protestan o hacen paros y huelgas lo que quieren impedir es justamente ese deslumbrante desarrollo.
Y, además, aprovechará cualquier coyuntura para volver a pontificar sobre las bondades del TLC que alguna vez cuestionó, y afirmará respingado, que el crecimiento económico se potenciará y alcanzará niveles exponenciales cuando empiecen a llegar los miles de millones de inversión extranjera, gracias justamente a dicho TLC, a pesar de los detractores de siempre (léase perros del hortelano) que no quieren dejar que el Perú empiece a transitar por los amplios senderos del progreso y el desarrollo.
Pero no serán solo los viejos cuentos de la bonanza económica, que el pueblo solo ve de lejos, los que repetirá. A raíz del pedido de captura del ex dictador Morales Bermúdez para aclarar el secuestro, asesinato y desaparición de exiliados argentinos, Alan García ha salido a decirnos que los peruanos tenemos que defender al general pues a él le debemos la recuperación de la democracia. Otro cuento viejo y burdo. Si en el 80, el general que le dio golpe al presidente Velasco Alvarado, tuvo que dejar el poder fue gracias a las protestas sociales y a los dos grandes paros nacionales que pusieron en crisis al gobierno militar. Así, que a otro perro con ese hueso de que el señor Morales Bermúdez es un gran demócrata al que le debemos dar las gracias.
Y antes de terminar, no está demás recordar que junto a los cuentos viejos, también tendremos una gran dosis de cuentos chinos, que en realidad no serán más de lo que ya venimos escuchando y que supongo, no les será difícil adivinar a quien pertenecen. ¡Soy inocente!, ¡Yo salvé al Perú!; y otros como “yo no sabía nada”, “yo no daba órdenes, solo directivas”, y muchos otros parecidos seguiremos escuchando a lo largo de todo el año en que dure el famoso megajuicio al siamés de Montesinos.
En fin, tal como ya se demostró con el reciente “cambio ministerial”, quienes hoy detentan y usufructúan el poder, seguirán cambiando algo para que nada cambie. El gobierno aprista seguirá aplicando el programa económica de la derecha, herencia de Fujimori y Toledo, para beneplácito de las grandes transnacionales, y generando más el repudio de los sectores populares y sociales. El problema, es que mientras la oposición política no sintonice con la oposición social, y los partidos políticos que propugnan el cambio no dejen de lado su modorra, el gobierno neoliberal de Alan García seguirá entregando el país a la voracidad de las transnacionales y el capital privado extranjero.
Por lo tanto, este 2008 que recién empieza, será crucial para el destino de nuestro país, por todo lo que se pondrá en juego a lo largo del año. Los mentores del neoliberalismo apuestan que con la aprobación del TLC ya todo está consumado; sin embargo, la historia registra más de un ejemplo, en que el pueblo cuando despierta de su letargo, es capaz de escribir las más honrosas páginas de dignidad y justicia, como respuesta a los cuentos viejos y los cuentos chinos.