Tras la aprobación del TLC con EEUU
El gobierno a través de diferentes frentes persiste en ser el defensor de la gran inversión privada y las transnacionales y continúa con su ofensiva contra las comunidades campesinas y las organizaciones que defienden los recursos naturales y el territorio comunal. La ofensiva del gobierno neoliberal de Alan García apunta a incrementarse tras la aprobación del TLC en el Senado norteamericano el pasado 4 de diciembre, que el gobierno y los empresarios lo celebraron con bombos y platillos.
La ofensiva “del perro” en el Congreso
Luego de su “primer perro del hortelano”, Alan García ha decidido seguir mostrando su verdadera careta neoliberal y de asiduo defensor de las transnacionales y los inversionistas privados. Para ello, recurrió a un nuevo artículo, “Recetas para acabar con el perro del hortelano”, que en realidad no son sino las viejas recetas neoliberales que empezó a aplicar desde 1990 su hoy aliado y presidiario Alberto Fujimori.
En síntesis, García cree que con estas trasnochadas recetas, acabará con los perros del hortelano que impiden que el país crezca; y pretende que olvidemos que desde hace más de 15 años, tres gobiernos consecutivos, le han dado a la inversión privada extranjera todos los privilegios posibles, que le han permitido ganar miles de millones de dólares, que las estadísticas hablen de un gran crecimiento económico, mientras millones de peruanos, amanecen a diario envueltos en la pobreza y pobreza extrema.
García ha presentado varios proyectos de Ley al Congreso de la República y ha pedido que los tramiten de manera urgente. Uno de esos proyectos es el 1770 (Ver editorial Voz Campesina Nº 61), con el que pretende facultar a COFOPRI para prácticamente expropiar lo que llama “tierras eriazas” a las comunidades campesinas y nativas para entregarlas al capital privado.
Su bancada en alianza con el fujimorismo y la derecha neoliberal, pretenden convocar a una legislatura extraordinaria para aprobar ese y otros proyectos de ley enviados por Alan García. Sin embargo, no va a ser fácil que ello ocurra, pues algunas legisladoras nacionalistas como Juana Huancahuari ya han advertido que no permitirán que estos proyectos se aprueben sin un mayor debate. La representante ayacuchana ha sostenido que con este proyecto, “Alan García le ha declarado la guerra a las comunidades campesinas”.
García adelanta su navidad con el TLC
El Senado norteamericano decidió adelantar el regalo navideño a Alan García y a todos los empresarios adoradores del neoliberalismo que hicieron todo tipo de lobbys para aprobar definitivamente el TLC con la potencia imperial. Un poco más, junto con la ministra Mercedes Aráoz, que no se cansó de repartir y recibir besitos y abrazos –como si hubiera ganado un concurso de belleza- y se mandan un mensaje a la nación para compartir “la buena nueva”.
“Todos debemos estar contentos pues vamos a entrar libremente a un mercado de 180 millones de consumidores”, se regodeaba Alan García, sus ministros y sus voceros de prensa. Querían convencernos de que las superganancias que ya vienen recibiendo los exportadores y las mineras, benefician también a los explotados trabajadores. O si no que digan los estibadores que han tenido que hacer una huelga para que los exportadores les aumenten algo más del un sol y veinte centavos que les ofrecieron para que levanten la huelga.
Sin embargo, frente a estas ofensivas que tras el la firma del TLC se incrementarán, el movimiento campesino no se ha cruzado ni se cruzará de brazos y sigue preparándose y fortaleciéndose para responder las agresiones del neoliberal Alan García. Una prueba de ello, son los sendos congresos campesinos que se realizaron en las regiones de Apurímac y en Puno, en los que las comunidades campesinas han reafirmado su decisión de hacer respetar su propiedad comunal y no permitir el regreso de ningún nuevo gamonalismo como sueña un afiebrado de soberbia como Alan García.