Diversas organizaciones campesinas e indígenas mexicanas, así como organizaciones de la sociedad civil se reunieron en la ciudad de México en el marco del III Foro Nacional en Defensa del Maíz Nativo, de sus territorios y comunidades, en el que reiteraron su rechazo a la apertura a la experimentación transgénica y exigieron la salida total de los transgénicos de México y por tanto, la prohibición de la llamada tecnología “terminador” del país.
El foro rechazó enérgicamente los agrocombustibles en el campo mexicano porque no resuelven ni el cambio climático ni la crisis energética; mantienen el mismo modelo que destruye la naturaleza; sólo sirven para beneficio de unos pocos y son una estrategia para vender más autos; y convierten los cultivos en máquinas y a los campesinos en trabajadores asalariados; y porque buscan que se consuman alimentos enlatados, transgénicos y contaminados.
La declaración que publicó este evento de los productores mexicanos remarca que “el maíz sigue siendo el centro de la vida, de la inteligencia y de la sabiduría. Si seguimos haciendo nuestro cultivo como nosotros sabemos sin meternos en la otra tecnología, la práctica de la agricultura tradicional va a seguir adelante en la historia y nosotros seguiremos también adelante con la ayuda del maíz”.