La situación de integración regional de los países andinos y las repercusiones que en ella podría tener las negociaciones para un Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea, UE, fue uno de los temas analizados y debatidos en el reciente taller internacional que se realizó en Lima. Los expositores centrales para profundizar este tema fueron el economista y catedrático peruano Alan Fairlie y el experto en temas de libre comercio e integrante de la red RECALCA de Colombia, Enrique Daza.
Una primera idea que quedó clara es que la integración de los países andinos en la Comunidad Andina de Naciones, CAN, a pesar de ser el más antiguo del mundo, siempre fue un acuerdo frágil por la escasa voluntad integracionista de los gobiernos. La CAN difícilmente ha podido actuar como bloque pues no se han resuelto las contradicciones internas, hecho que aprovecharon países con gobiernos más neoliberales como Perú y Colombia, para negociar por su cuenta TLC con Estados Unidos, debilitando aún más el bloque andino.
En estas condiciones, cómo negociar un TLC con la UE, que es lo que busca este bloque y qué le interesa a los países andinos, es igual un TLC con la UE que con Estados Unidos; cuál es la real capacidad de incidencia del movimiento social para que se tome en cuenta sus propuestas, fueron entre otras las interrogantes que se plantearon alrededor del tema.
Enrique DAZA de RECALCA, sostiene que el TLC con la UE es tan o más dañino que el TLC con los Estados Unidos, pues los intereses que representan muchos de los gobiernos de los países andinos no son necesariamente los intereses de los sectores sociales y populares. Un TLC con la UE no va a representar una posibilidad real de desarrollo de los pueblos, pues será la repetición de las mismas condiciones de sometimiento que han marcado otros tratados.
Alan Fairlie, sostiene por su parte que hay matices y diferencias entre el TLC con los Estados Unidos y la Unión Europea, y que a partir de estos matices se puede plantear no un acuerdo de reciprocidad, sino más bien asimétrico. Es decir, un acuerdo en el que Europa liberalice más que nuestros países, tomando en cuenta sus enormes ventajas económicas y sociales. Otra diferencia es que mientras EEUU negocia unilateralmente, los europeos quieren hacerlo como bloque.
Por lo demás, el experto peruano coincidió en que lo que la UE busca a través de un TLC con los países andinos es un mayor acceso a los recursos energéticos, así como competir con las transnacionales norteamericanas sobre todo en materia de servicios. El problema es tener claro qué quieren los países andinos, y sobre eso, uno de los temas que se deben plantear las organizaciones sociales es su real capacidad de incidencia en el proceso de negociación, más allá de sus justas protestas. Lo cierto es que el TLC con la Unión Europea, será motivo de debate en los próximos meses, y lo que no se puede perder de vista son los intereses y la integración de de nuestros pueblos.