Como ya se ha dicho, los desastres naturales o climáticos lo que haces es desnudar y magnificar las condiciones de pobreza y abandono que sufren la pequeña agricultura y los campesinos. En este caso, los daños que se han dado en estos ocho departamentos del país, también han servido para echar por los suelos la ilusión que el gobierno de Alan García ha querido venderles a los pequeños productores con el cuento de la “Sierra Exportadora”.
La CCP ha sido clara en expresar su posición desde que este programa se anunció con bombos y platillos y se presentaba como la nueva varita mágica que surgió de la verborrea presidencial para solucionar la pobreza y la miseria de la sierra peruana. La sierra peruana requiere inversión pública para ser potenciada para ser la base de una política de soberanía alimentaria; es decir, su función principal es alimentar al pueblo peruano.
Situaciones como las que ahora viven los productores de nuestra sierra, no hacen sino darnos la razón: si no se cuenta con una adecuada infraestructura productiva y social; si no se implementan programas sostenibles para capacitar a nuestros productores en el manejo de cultivos en zonas de alto riesgo; si no se le dan a nuestros hermanos campesinos apoyo financiero y crediticio, nuestra sierra y nuestros productores siempre serán las víctimas de los desastres naturales.
Por ello, la CCP nos reafirmamos en nuestra demanda para que el Estado, en vez de seguir arrodillado pidiendo el óbolo a las mineras que saquean nuestros recursos naturales, les exija el pago justo que deben hacer por explotar nuestros minerales y con esos recursos iniciar las grandes inversiones que nuestra sierra requiere para darle una sólida base productiva. De lo contrario, nuestros campesinos y productores, seguirán siendo víctimas no solo de los desastres naturales sino también de los sueños y las ilusiones que les vende hoy García como ayer lo hicieron Fujimori y Toledo, entre otros gobernantes.