Detenidos afirman se inocentes y son miembros de iglesia evangélica
Los ocho campesinos que fueron acusados por la policía de ser autores de la emboscada que cobró la vida de cinco policías y tres civiles en el poblado de Machente, en el valle de río Apurímac, afirmaron ser inocentes, por lo cual la congresista ayacuchana Juana Huancahuari, demandó su inmediata libertad.
Los hechos ocurrieron el pasado 16 de diciembre, cuando una patrulla policial realizó un operativo para capturar “narcoterroristas”, sin tomar las respectivas medidas de seguridad, según ha reconocida la propia ministra del Interior. Luego de los hechos, una patrulla del Ejército salió de la base contraterrorista de Ramadilla y capturó a ocho supuestos miembros de Sendero Luminoso, a quienes se les había encontrado armamento con el que supuestamente ejecutaron la emboscada, según la versión del ministerio de Defensa y del Interior.
La congresista Huancahuari ha denunciado que los ocho campesinos, quienes se encontraban realizando faenas agrícolas en un centro poblado, fueron detenidos por la patrulla militar sin darles ninguna explicación sobre el motivo de su detención, pues todos son quechuahablantes. Según la versión de los detenidos, las armas fueron encontradas por los militares en una zona diferente de donde los campesinos realizaban sus faenas agrícolas.
Luego los campesinos fueron llevados al cuarte de Pichari donde sin la presencia de un fiscal ni de abogados y mucho menos de intérprete, son interrogados y se les obliga a firmar varios papeles, cuyo contenido desconocían. Asimismo, se les toman fotografías con el armamento encontrado -viejos fusiles de la ex Guardia Republicana- y luego son trasladados a Lima, donde son presentados como los responsables de la emboscada terrorista.
Los detenidos son en su mayoría evangélicos
Según la denuncia de la congresista Huancahuari, los detenidos todos procedentes del centro poblado de Chacas, son personas conocidas por la población; incluso cinco de ellos han sido víctimas de atentados terroristas en la década pasada, junto a quienes integran la iglesia evangélica de Chacas. Incluso, el propio pastor de la Iglesia Evangélica de Dios, Luis Ramos, ha confirmado la versión de los tres de los detenidos de pertenecer a su iglesia.
Los campesinos en todo momento han negado ser miembros de sendero luminoso, desconocen sobre los hechos que se les imputa y niegan ser propietarios de las armas encontradas, y claman inocencia del delito que se les acusa. Ninguno de los detenidos tiene familiares en Lima y es la primera vez que conocen la capital, en donde se encuentran detenidos en los calabozos de la DINCOTE.
La congresista Huancahuari ha gestionado el apoyo legal para los campesinos y ha logrado que se les asigne una intérprete para que puedan formular sus declaraciones en quechua. Asimismo, se conoce que las pruebas de absorción atómica que se les han efectuado para determinar su han usado armas de fuego ha resultado negativa, por lo que se exige su inmediata libertad, más aún cuando no se ha respetado los procedimientos legales que se exige para estos casos.
Los detenidos son Fortunato Yaranga Fargán de 30 años; Víctor Yaranga Farfán, de 32; Sabino Yaranga Farfán, de 37; Wilbert Rimache Ramos, de 23; Eloy Rojas Ramos, de 19; Jacinto Huamán Pariona, de 36; Alcides Ñaupa Curo, de 26; y Glorioso Ochoa Castillo de 23 años; todos ellos campesinos del centro poblado de Chacas, en la zona del Valle del río Apurímac. La CCP se suma al pedido de la congresista Huancahuari, demanda la libertad de los campesinos y exige respeto para su vida y sus derechos.