PARECELA DE MUJERES
La Federación Regional Agraria de Piura, FRADEP, continúa firme y segura un sostenido proceso de fortalecimiento para recuperar el liderazgo en la representación campesina y agraria en ese norteño departamento. Y en ese rol, sin duda, las organizaciones de mujeres del campo, han jugado un rol importantísimo.
Una de estas organizaciones han sido las rondas campesinas, en las que las mujeres tienen una presencia muy significativa, tanto como núcleo articulador, como en el rol de formación, capacitación y réplica de estos procesos. En las escuelas campesinas que se han realizado han participado varias dirigentas de estas organizaciones de mujeres, lo que da cuenta de su potencial liderazgo.
Una de estas lideresas es Semira Patiño Ramírez, quien se forjó justamente en las organizaciones de mujeres ronderas y campesinas de su natal distrito de Frías, en la provincial de Morropón, y actualmente se desempeña como secretaria de asuntos municipales de la FRADEP. Y es ella quien justamente se encarga de rescatar el aporte de la mujer campesina en fortalecer el gremio departamental.
Un aspecto central de este aporte es la importancia que dan a su participación en los diferentes eventos de capacitación que impulsa la FRADEP junto con la CCP, o también otras instituciones vinculadas al agro y a la organización campesina, como el IAAP de Piura y otros. “La capacitación nos permite fortalecernos para luego compartir estos conocimientos con nuestras organizaciones de base como las organizaciones de mujeres, las rondas, las centrales y subcentrales campesinas”, remarca Semira Patiño.
En su condición de secretaria de asuntos municipales, la dirigenta de la FRADEP demandó a los actuales candidatos que quieren llegar al gobierno regional y a los gobiernos locales, que en sus programas y propuestas, den una mayor importancia y atención al agro. Asimismo, planteó la creación de un fondo común para destinarlo al desarrollo agrario y de las comunidades campesinas.
De igual manera, emplazó a los candidatos a pronunciarse sobre el crucial conflicto que enfrentan los productores agrarios y campesinos con la actividad minera que quiere instalarse en la zona andina piurana. “Históricamente Piura es un pueblo agricultor, no minero. De la agricultura vivimos y nos alimentamos todos y por lo tanto tiene que protegerse. La minería solo genera riqueza para unos pocos, mientras que la contaminación la sufrimos la gran mayoría”, remarcó Semira Patiño.