La realidad actual de la Comunidad Campesina en el Perú nos presenta diversos problemas sociales, económicos, jurídicos, políticos y culturales agravados sistemáticamente a lo largo de las ultimas décadas como resultado de la implementación del modelo económico neoliberal que ha generado las condiciones más desventajosas para el agro y el campesinado, expresados en los indicadores de desarrollo humano.
Esta difícil situación de mayor atraso y postergación reclama ser encarada con la participación de todos los comuneros: mujeres y varones, jóvenes y adultos, profesionales y no profesionales. Las responsabilidades, las tareas y los retos que enfrenta la comunidad siempre los atendemos de manera compartida y participativa, haciendo uso de nuestros recursos comunales, es decir, aquella herencia de solidaridad y capacidad organizativa que requerimos recuperar plenamente; así mismo, buscando asimilar las experiencias exitosas de planificación y manejo de recursos que encontramos en comunidades en Ayacucho, Cusco, Puno, Huancavelica, entre otras regiones.
En los últimos años, los gremios regionales, como la FADA en Ayacucho, FDCC en el Cusco, FEDECH en Huancavelica, la FDCP en Puno junto con otras organizaciones de pequeños productores, de profesionales e instituciones vinculados con la producción agropecuaria, con el acompañamiento de expertos y organizaciones de solidaridad, han emprendido la tarea de aprender y aplicar el pensamiento estratégico participativo mediante la construcción de una agenda agraria. Esto se ha logrado en discusiones masivas y de representación colectiva que hicieron posible la reflexión, la recuperación y el planeamiento de temas priorizados y de interés para las grandes mayorías de campesinos, buscando fortalecer y transformar la comunidad campesina y hacer posible la seguridad y la soberanía alimentaria en nuestro país.