Mientras nuestro país, desmanteló su sistema de protección arancelaria para allanarse a las exigencias del gobierno norteamericana para firmar el TLC, el país del norte mantiene su política proteccionista. En efecto, el Congreso norteamericano revisará próximamente la política agrícola del país, pero ya el secretario de agricultura Mike Johanns de EEUU ha señalado que los subsidios no deben alterarse drásticamente.

El funcionario ha señalado que el nuevo Congreso que estará bajo el dominio de los demócratas tendrá que tomar en cuenta las quejas internacionales contra EEUU por los subsidios agrícolas que suman 20 mil millones de dólares anuales. Asimismo, planteó la posibilidad de que, dentro de la nueva ley agrícola que estudie el Congreso en el 2007, se incluya una nueva fórmula de pagos, con apego a la Organización mundial del Comercio.

Mike Johanns ha enfatizado que no será la OMC la que elabore la política agrícola norteamericana, pero que su país tampoco desea perjudicar a sus productores de arroz y algodón mediante la eliminación de los subsidios. Queda claro, por tanto, que los subsidios millonarios que reciben los productores norteamericanos se mantendrán o serán levemente modificados, y con ellos tiene que competir nuestra agricultura que está abandonada a su suerte.