2006-09-18 00:00:00

La gran prensa adicta al poder minero y los voceros del gobierno aprista le han dedicado muchísimo espacio a destacar la bondad de los acuerdos a los que han llegado los pobladores con la minera Yanacocha con la mediación del inefable primer ministro Jorge del Castillo y el gris titular de Energía y Minas, Juan Valdivia. Y una de las cosas que más remarcan es que según la empresa, la población ha quedado convencida de que no hay contaminación del agua.

Sin embargo, hay voces que alertan de que tanta belleza no sería tal. Se ha podido conocer que un amplio sector de pobladores de Combayo convocó a sus dirigentes para que expliquen los alcances de los compromisos suscritos, pues no quedaron conformes. Uno de los puntos que más ha molestado a los combaínos, es que se haya señalado en los acuerdos que “Combayo acepta la actividad minera en la zona y que admite el reinicio de las operaciones del proyecto carachugo II, lo que estaría lejos de la realidad”, según habrían señalado los pobladores disconformes.

Incluso el propio alcalde de Combayo, Luciano Llanos, se encargó de remarcar, ni bien terminada la reunión en la que se suscribieron los acuerdos con Yanacocha, que su comunidad no acepta ni quiere bajo ningún concepto más expansiones mineras. Agregó que ese es un tema que no ha sido cerrado y que seguirá siendo materia de discusión en las próximas reuniones.

Los cuestionamientos también se han hecho a la continuación de los trabajos de Carachugo II que fueron suspendidos indefinidamente luego de la toma de la carretera y que se han reiniciado, sin bien se terminó de firmar los acuerdos. Los comuneros persisten en poner condiciones a esta ampliación sobre todo para aclarar todo lo referente al uso del agua. De manera, que más allá del triunfalismo de Del Castillo y de Yanacocha, no todo lo que brilla es oro en materia de los acuerdos suscritos.