2006-09-01 00:00:00

Las protestas que han protagonizado los comuneros de Combayo, frente a la minera Yanacocha, en el distrito de La Encañada, en Cajamarca, ha vuelto a poner en el centro del debate el conflicto entre los pueblos agrarios y campesinos y el poder minero, entre el agro y la minería; entre la preservación y defensa de los recursos naturales –sobre todo el agua- y el saqueo irracional que ejerce el capital transnacional.

Asimismo, expresa la impunidad de una empresa que amparándose en cuestionados contratos de estabilidad tributaria, hoy se niega a pagar impuestos a las sobreganancias por altos precios del oro, así como las regalías que ordena la ley aprobada en el Congreso y ratificada por el Tribunal Constitucional.

EL CONFLICTO DE COMBAYO PONE EN EVIDENCIA LOS LÍMITES DE LA POLÍTICA DEL APRA FRENTE AL PODER MINERO: LIMOSNA O SOBERANÍA

Al mismo tiempo, estos hechos evidencian los límites de la política que aplica el nuevo gobierno aprista frente al poder minero, y que se resume en estirar la mano para mendigar el “óbolo voluntario” de las poderosas transnacionales mineras; es decir, pedir limosnas, en vez de ejercer el poder soberano del Estado y el pueblo peruano para hacer respetar sus derechos como propietarios de los recursos naturales.

Para la Confederación Campesina del Perú, CCP, la actitud del gobierno de Alan García frente a la minería, es coherente con sus políticas expuestas en su reciente discurso del 28 de julio, que centra sus expectativas de desarrollo en la gran inversión extranjera. No por casualidad Alan García remarcó en dicho discurso la frase: inversión minera: ahora o nunca. No ha pasado ni un mes, y ya estamos viendo lo efectos de este anuncio. Por ello, requiere mostrarse complaciente con el poder minero y darle las mayores garantías para dichas inversiones, por lo cual anuncia que “pondrá orden” frente a los reclamos de los pueblos, lo que no es otra cosa que anunciar mayor represión y criminalización de las protestas sociales, acusando al movimiento rondero y campesino de estar infiltrado por la izquierda extremista.

YANACOCHA DECIDE SOBREEXPLOTAR EL RECURSO AGUA PARA ASEGURAR SOBREGANANCIA

Es bueno remarcar el contexto en que se produce este conflicto. En menos de 14 años, Yanacocha se ha convertido en la primera empresa productora de oro en América Latina y la tercera en el mundo, y sus ganancias se optimizan por los bajos costos de producción y los altos precios que tienen el mercado internacional. En el 2003, el costo de producción de una onza de oro era de 110 dólares aproximadamente, y el precio de venta de 320 dólares la onza. Ahora, en 2006, el costo de producción es de 135 dólares, mientras que el precio se ha disparado a la suma de 650 dólares la onza.

Conocedores de esta realidad, Yanacocha, ha entrado a una fase de intensificar y ampliar sus operaciones para aprovechar al máximo esta coyuntura internacional de buenos precios, a lo que se agrega el hecho de que el precio del oro seguirá subiendo por la decisión de algunos países y grandes empresas de acumular sus reservas en oro, reemplazándolos por el alicaído dólar, que cada día se devalúa más. Por ello, según los expertos, a fines de este año el precio podría llegar al “techo” de 1,000 dólares la onza.

Esta sobre explotación minera demanda una mayor utilización del agua, lo que pone en riesgo los acuíferos y otras fuentes de agua de la cual también se alimenta la población y la actividad agropecuaria. No le falta razón, pues al padre Marco Arana, cuando señala que la razón central del conflicto, es el agua, sin desconocer otros que mientras Yanacocha es un emporio de riqueza la gran mayoría del pueblo cajamarquino sigue sumido en el atraso y la pobreza.

DEMANDAMOS SOLUCIONES DE FONDO Y NO SALIDAS COYUNTURALES

Si bien el caso de Combayo ha entrado a una fase de negociación, es importante alertar al pueblo peruano y sobre todo al movimiento campesino y agrario, que si no se abordan las cuestiones de fondo del conflicto agro/minería, continuarán las protestas sociales. Por ello, la CCP, consecuente con la defensa de los derechos de los hombres y mujeres de la sociedad rural peruana expresa y demanda los siguientes puntos:

1. Expresar nuestro más decidido apoyo y solidaridad con la lucha emprendida por los pobladores y comuneros de Combayo, por la defensa de sus recursos naturales, sobre todo del agua, y por el respeto de sus derechos sociales, económicos, culturales y ambientales, que son violados por la acción irresponsable de la minera Yanacocha.

2. Expresar nuestra solidaridad con el Padre Marco Arana, quien ha sido objeto de tendenciosas campañas por parte del gobierno aprista y de los poderosos medios de comunicación, que sin ningún tapujo desinforman a la opinión pública, y buscan desprestigiar su calidad de experto en temas ambientales y defensor de los derechos del pueblo cajamarquino.

3. Rechazar la política limosnera que ha puesto en marcha el gobierno aprista, que lejos de ejercer su soberanía, acepta el “óbolo voluntario” que ofrece el poder minero, que además plantea ser el administrador de estos recursos, convirtiéndose en la práctica en poder pública, en la medida en que los gobiernos locales tendrán que presentar sus demandas no al Estado sino a las empresas mineras. Todo ello, a cambio de que se mantenga los contratos de estabilidad tributaria, y las grandes empresas, entre ellas Yanacocha, no paguen regalías, de que no se aplique el impuesto a la sobreganancias mineras y que estas no prevean fondos a los gobiernos municipales para el desarrollo local y agrario.

4. Exigir que en la mesa de negociaciones a instalarse en Cajamarca, la empresa Yanacocha respete el consumo de agua previsto; que se realice un nuevo estudio del potencial de agua, y que se garantice el agua para consumo humano y para la actividad agropecuaria. Asimismo, que se instale una Autoridad Ambiental Autónoma que vele por el cumplimiento de los compromisos que se establezcan.

5. Exigir que se respete la vocación productiva de los pueblos agrarios y campesinos, y que se respete su voluntad soberana de decidir si aceptan actividades productivas que ponen en riesgo sus recursos naturales, como el agua, los suelos, los pastos y el aire.

6. Exigir que se prohíba la actividad minera en zonas como las nacientes de las cuencas acuíferas y de los ríos, que abastecen no solo la actividad agropecuaria sino también las necesidades humanas de las poblaciones.

Finalmente, la CCP llama a todas las organizaciones sociales de Cajamarca y del país a cerrar filas en defensa de los derechos de los pueblos agrarios y campesinos que constituyen los verdaderos guardianes de nuestros recursos naturales, frente a la voracidad de las empresas transnacionales y la complicidad de los gobiernos de turno a los que poco les interesa el futuro del Perú y de los peruanos.

Lima, 01 de setiembre del 2006

ROBERTO LÓPEZ CRUZ

Secretario General de turno