2006-08-17 00:00:00

Cuando se anunció esta reunión, de la cual aparecía como coordinador Miguel Palacín, dirigente reelecto como Secretario General de CONACAMI, muchos estuvimos entusiasmados pensando que nuestros anhelos de enlazamiento de los indígenas andinos se cumplirían. Sin embargo, debo confesar que nos equivocamos.

En primer lugar no fue un Congreso sino una escuela sobre los problemas de los pueblos indígenas en el que expusieron intelectuales y dirigentes indígenas. El público no podía intervenir, se admitieron sólo preguntas luego de algunas de las de las conferencias, en otras ni eso fue posible. En los tres días del llamado congreso sólo se debatió durante menos de tres horas la última tarde en comisiones. No hubo debate en el plenario de los acuerdos de las comisiones.

En nombramiento de los cargos de la Coordinadora se hizo entre tres organizaciones: CONACAMI del Perú, ECUARUNARI de Ecuador y CONAMAQ de Bolivia. Reconocemos la autenticidad de estas organizaciones pero ellas no abarcan ni mucho menos al movimiento indígena organizado de estos tres países. En el Perú, además de CONACAMI estamos la CCP, la CNA, y en la Amazonía AIDESEP Y CONAP, además de existir movimientos importantes como los cocaleros que no se consideran parte de nuestras organizaciones nacionales. En Ecuador la gran organización matriz es CONAIE. ECUARUNARI es una de las organizaciones que la conforman.

En Bolivia CONAMAQ abarca sólo a una parte del gran movimiento indígena. Fue notorio que cuando ECUARUNARI propuso la candidatura de Evo Morales para el Premio Nóbel de la Paz, CONAMAQ se opuso tenazmente, cuando todos sabemos que la gran mayoría de indígenas bolivianos y sudamericanos en general nos sentiríamos orgullosos de que este pedido de ECUARUNARI prospere.

La CCP y la CNA figuraron con delegados plenos, sin embargo no se les tomó en cuenta para las elecciones ni para nada importante. Esto, como dice nuestro Secretario General de turno, va contra el principio de Ama Llulla que heredamos del incanato. No nos hubiéramos molestado si hubiésemos sido invitados sólo como fraternos. CONACAMI no supo responder cuando uno de los 73 compañeros procesados por la empresa minera Tintaya en Espinar, Cusco, denunció que los representantes de esa central que dice agrupar a las comunidades que luchan contra la minería, en esa provincia, son servidores de la empresa.

El representante de CONACAMI que habló, calificó a la CCP y la CNA como organizaciones del pasado. Recordamos que nuestra central es una organización del pasado, del presente y del futuro. La CCP es una organización multicultural de los campesinos peruanos, esto no es obstáculo para que al mismo tiempo seamos una de las organizaciones que incluye una parte de lo mejor de los indígenas luchadores. Pruebas: La CCP fue fundada por Juan H. Peves, miembro de la Organización Tahuantinsuyana. Desde un principio se enfrentó a los hacendados en defensa de las comunidades indígenas.

Fueron bases de la CCP las que hicieron la primera Reforma Agraria en La Convención Cusco en los años 60 del siglo pasado, cuando esa Reforma Agraria fue reprimida por el gobierno fue defendida con las armas en la mano, de manera que el gobierno militar de entonces tuvo que reconocerla, como consecuencia de eso, años después, el gobierno de Velasco decretó la Reforma Agraria para todo el país.

Fueron bases de la CCP que lucharon en Andahuaylas contra las deficiencias de la ley de Velasco. Fueron bases de la CCP las que en Puno recuperaron para las comunidades indígenas un millón 250 mil hectáreas de manos de las SAIS creadas por Velasco y defendidas por Alan García. Fueron bases de la CCP las que fundaron, extendieron y fortalecieron las Rondas Campesinas en todo el país. Fueron bases de la CCP que impusieron el mandato de las comunidades sobre el municipio, en Limatambo primero y luego en Anta, Cusco, y extienden esa medida. Son bases de la CCP las que luchan contra los atropellos de la minería y son procesadas por ello en Espinar, Cusco.

Son bases de la CCP las que recuperan con hachones masivas, las tierras de las comunidades indígenas de manos de usurpadores amparados por el Poder Judicial y el PETT. Es base de la CCP el campesinado quechua de Huyro que lucha contra la corrupción en defensa de su cooperativa. La CCP estuvo en el pasado, está en el presente y estará en el futuro.

A pesar de todas las limitaciones mencionadas, considero que fue un paso adelante la coordinación de una organización de Bolivia, una del Perú y una del Ecuador. Es un reflejo, aunque distorsionado del anhelo de los indígenas sudamericanos por coordinar sus luchas. Esperamos que esta reunión sirva de estímulo para que en un futuro cercano podamos coordinarnos la gran mayoría de los indígenas de la zona, naturalmente con los métodos democráticos e incluyentes del ayllu, superando las prácticas excluyentes y antidemocráticas del actual sistema que oprime a nuestros pueblos indígenas.