Regidor Antignani también plantea un cambio de actitud de la población
Afrontar el problema del agua en la región Junín, pasa por diseñar una política integral por parte de los gobiernos locales y regional, así como por un cambio de actitud de la propia población que también ha contribuido a la contaminación del río Mantaro. Así lo planteó el regidor de la municipalidad de Huancayo, Miguel Antignani, una de las pocas autoridades locales que ha levantado incansablemente la defensa del agua.
La autoridad edil, quien participó en la Escuela Campesina de Junín, remarcó que el problema del agua pasa por dos aspectos fundamentales. El primero es el descuido absoluto por parte de los gobiernos regionales y locales, que no se ha preocupado por contar con una política ambiental, de uso, reuso y manejo del sistema hídrico.
El otro aspecto es que ha predominado un libre albedrío o libre manejo del agua, sin ningún tipo de control, llegando al extremo de que algunos cursos naturales del agua han sido cambiados sin medir sus consecuencias o por responder a intereses económicos con el pretexto de generar mayor economía. En realidad lo que han dejado es un pasivo ambiental alarmante.
Antignani señaló que otro problema es que las mismas comunidades no han sabido empoderarse de una visión integral de la gestión del agua. Ese problema pasa por una cuestión de actitud y educación de lo que significa el agua. Es importante tener en cuenta lo que han hecho otros países que han tenido que adoptar políticas sostenidas de educación y de cultura frente al tema del agua.
Recordó que la cultura andina es poseedora de una gran riqueza y de una visión apropiada de lo que significa el manejo del agua. “El hombre andino siempre ha tenido cuenta que el agua es un elemento vivo, y por lo tanto, tiene que ser tratado como tal. La ruptura con nuestra cultura también ha creado una brecha con esta herencia cultural desde las épocas de culturas ancestrales”, por lo tanto se tiene que comenzar a cambiar de actitud, remarcó.
Otro problema es que se utiliza el arma de la pobreza para seguir destruyendo el ecosistema, como son las grandes inversiones mineras y que han afectado uno de los ecosistemas más importantes y más ricos del país, como es el valle del Mantaro. Al respecto, señaló que la situación del Mantaro, es un río que no solo lo ha matado la minería, sino que a ello ha contribuido también la propia población, al no tener una actitud adecuada frente al valle. No hay que olvidar que todas las aguas servidas de las poblaciones derivan en el río Mantaro frente a la indiferencia de las autoridades. La hemos convertido en la gran cloaca de la población.
Por ello, es necesario que las autoridades tomen conciencia de esta decisión y se replanteen las políticas de los gobiernos locales y regionales frente al agua y revertir la situación del Mantaro. Y el rol de las organizaciones sociales es fundamental y tiene que asume de manera colectiva, pues el agua es un instrumento fundamental de gobernabilidad y de participación en las decisiones, concluyó Miguel Antignani.