Si esa minoría insignificante, deslegitimada y servil de 79 congresistas creyeron que con la maniobra de aprobar al caballazo el TLC en la madrugada del 28 de junio, el pueblo peruano se iba a quedar tranquilo, estuvieron totalmente equivocados. Una multitudinaria marcha que se convocó apenas en las últimas horas, la más numerosa y combativa desde que se inició la lucha contra el TLC, salió a las calles para rechazar lo que calificaron como la más grande traición de este Congreso de la República.

Esta exitosa movilización popular y campesina se inició al promediar el medio día del miércoles 28 de junio, en el Campo de Marte, cerca del centro de Lima, con miles de trabajadores, campesinos, estudiantes, amas de casa; con escalones de delegaciones de la CGTP, la CUT la Confederación Campesina del Perú, la Confederación Nacional Agraria, Conveagro, partidos políticos y otros, empezaron a congregarse en el Campo Marte, aledaño al centro de Lima.

CONTRA EL GOBIERNO Y EL APRA

La indignación se percibía en el ambiente conforme llegaban las delegaciones, lo que indicaba que esta no sería una marcha más. Portando banderolas y carteles con severas condenas a la actitud entreguista del gobierno y del Congreso por aprobar un TLC oprobioso para el país, la concentración se hizo cada vez mayor mientras arreciaban los lemas de condena. “Toledo y García, la misma porquería...”, “Alan, traidor, el agro te repudia”, “El pueblo en las calles, contra el TLC”, entre otras, eran las consignas que corearon los manifestantes.

Al Campo de Marte llegaron los dirigentes principales de la Coordinadora Nacional de lucha contra el TLC, a quienes se sumaron dirigentes de diversas organizaciones políticas. Las delegaciones siguieron llegando desde diferentes puntos de la capital; algunas lo hicieron desde provincias como la de la Federación Agraria Departamental de Ayacucho, FADA y de los productores de Huaral y Chancay, bases de la CCP.

A pesar de carácter pacífico de la medida de lucha, cientos de policías cercaron el lugar de la concentración. La marcha partió por la avenida Salaverry, para luego recorrer la céntrica avenida Arequipa, y continuó por el Paseo de la República. Mientras arreciaba la condena a los congresistas que aprobaron el TLC entre gallos y medianoche, y ante la mirada sorprendida de otros cientos de transeúntes, la masiva movilización se encaminó luego hacia al Congreso de la República.

El tránsito en el centro de la ciudad, por donde se ubica la sede del legislativo prácticamente fue paralizado, para dar paso a los manifestantes. Las calles que rodean el Congreso de la República fueron cerradas y resguardadas por otros cientos de policías. Cuando la marcha llegó al Congreso, ninguno de los “otorongos” que habían aprobado el TLC en la madrugada se encontraba en el recinto legislativo.

Por ello, la condena de los manifestantes fue mayor. Fue una contundente demostración que el pueblo no tolerará la traición y el sometimiento a que quieren condenar al país un grupo de irresponsables congresistas, muchos de ellos ilustres desconocidos que la historia los condenará por su servilismo, con el aval de un presidente electo que aún no empieza su gobierno y ya traiciona sus promesas.

LA LUCHA CONTINÚA

La lucha sin embargo, también se dará por otros medios como lo anunció el congresista Javier Diez Canseco, quien presentará una demanda ante el Tribunal Constitucional pues considera que el acuerdo viola la soberanía nacional. Remarcó que este reclamo busca que el próximo Congreso que se instala el 28 de julio reconsidere el tratado comercial.

En ese mismo sentido, se pronunciaron las congresistas campesinas electas, como es el caso de Juana Huncahuari, Elsa Malpartida y Nancy Obregón, María Sumari, quienes anunciaron que la bancada nacionalista presentará una denuncia ante el Tribunal Constitucional y recogerá firmas que apoyen esta iniciativa. Asimismo, reiteró que las marchas continuarán con más fuerza, al tiempo que destacó la contundencia de la movilización que llegó hasta el Congreso de la República.

Por su parte, Roberto López Cruz, secretario general colegiado de la CCP, advirtió que la fuerza del campesinado se seguirá haciendo sentir y que apoyarán todas las acciones que se emprendan hasta derrotar la traición del Toledo y de Alan García, pues el TLC es un atentado contra la soberanía del país y sobre todo contra los agricultores del país.