¿Por qué la votación entre gallos y medianoche para aprobar el TLC, al mejor estilo del fujimorismo? Si el TLC con EEUU es tan bueno como se dice que es, ¿por qué no se debatió durante el día para que la gente vea por TV los argumentos de unos y otros?
Si cuando se debate la censura de un ministro –algo muchísimo menos importante que un tratado con EEUU que va a condicionar las políticas económicas por varias generaciones– hay un día entero para sustentar argumentos, ¿por qué en este caso el debate se restringió a solo dos horas y comenzó a las 12 de la noche? No solo eso, si ya tenían los votos para aprobarlo, ¿cuál era el problema en discutirlo?
¿No será porque, de esa manera, la población no se entera de lo debatido y lo único que puede leer es lo que se publica en los medios de comunicación manejados por los "lobbies"? ¿Es por la influencia de los "lobbies" que se "levanta" en las portadas la protesta de congresistas electos contra esta votación perpetrada con premeditación, alevosía, ventaja y no se dice nada sobre la violación a las reglas de la moral y la ética?
El tema de fondo aquí es que esta votación, en la que aparecen claramente unidos Perú Posible, Unidad Nacional y el APRA, le quita legitimidad a la aprobación del TLC. Alan García ya había arriesgado bastante su credibilidad (su punto más débil) al no cumplir su promesa de "que Toledo no firme el TLC", "que sea el próximo Congreso el que lo debata", ó de que "se tiene que discutir línea por línea". ¿Por qué, además, se decidió que el TLC nazca manchado y sucio, con el pecado original de la nocturnidad bastarda y una discusión cercenada?
Pueden haber varias respuestas. Por ejemplo, que se quería evitar que la votación se produzca al mismo tiempo que la manifestación convocada para ayer. Lo que sería absurdo porque todos tenemos derecho a la movilización y a la protesta. También se puede responder que se hizo para evitar la vergüenza de que la gente vea la ignorancia de buena parte de los congresistas, aquellos que la derecha llamó burlonamente "congresaurios", pero que ahora aplaude a rabiar, con toda vehemencia.
Pero quizá la respuesta más adecuada es que Perú Posible, el APRA y Unidad Nacional querían que el TLC fuera aprobado lo más rápido posible para que no haya ninguna posibilidad que prospere en el Perú la propuesta de que se amplíe el ATPDEA, a lo que los países andinos se comprometieron, lo que será ratificado por Allan Wagner, secretario general de la Comunidad Andina, en su visita oficial de hoy a Washington.
Sea lo que fuere, la votación de antenoche va a tener consecuencias, quizá no deseadas, que van a desbordar los propios contenidos del Tratado, más allá de sus puntos a favor o en contra. Tenemos, por ejemplo, la acentuación del divorcio entre Lima y las diferentes regiones del país, algo que no se sabe leer desde la capital pero que apareció nítidamente en el arequipazo de 2002. ¿Recuerdan quienes llamaron a la represión en esos momentos y, para bien, no fueron escuchados? Ojalá que ahora pase lo mismo. A esto se le suma la división entre el campo y la ciudad, porque los perdedores del TLC son los campesinos de la sierra rural como todo el mundo lo admite.
Finalmente, es probable que la votación nocturna convierta al TLC en bandera nacional que permita aglutinar las protestas dispersas y focalizadas de los últimos años. Es probable, también que el nuevo gobierno haya preferido tomarse, ahora, este trago amargo para, desde el 28 de julio, comenzar con una parafernalia de medidas económicas y sociales que le permitan revertir la situación creada con el nacimiento de este TLC bastardo.
Puede ser. Los ritmos y los plazos del desarrollo de la situación política, económica y social del país se definirán entre agosto y noviembre, mes de las elecciones regionales y municipales, que nos dirán qué es lo que ha sucedido desde el 4 de junio hasta esa fecha. Pero la imagen de la votación nocturna y conjunta del APRA, Unidad Nacional y Perú Posible, los partidos tradicionales, no se borrará fácilmente.