2006-06-15 00:00:00

Este Congreso y el gobierno le temen al Referéndum

Alejandro Toledo no se cansa de repetir que es necesario que de una vez se firme el TLC pues de eso depende el desarrollo del país y el futuro de los peruanos. Su ministro de Comercio Exterior repite incansablemente lo que dice su jefe, y nos quieren convencer que si no firmamos “sí o sí” el TLC, perderemos la gran oportunidad de ingresar al mercado norteamericano.

Sin embargo, si tan seguros están Toledo y sus serviles funcionarios, que este TLC favorecerá a la mayoría del pueblo peruano, por qué tienen miedo convocar a un referéndum, donde esta mayoría decida si está de acuerdo o no con la firma del TLC. Toledo que tanto dice haber fortalecido la democracia, por qué se opone a un ejercicio democrático elemental?.

Lo que pasa que Toledo y sus congresistas saben que el pueblo y sobre todo el campesinado ya no le creen nada de lo que dice, pues hace tiempo que perdió la credibilidad, desde que se dedicó a ser el continuismo de la política económica del corrupto dictador Fujimori. Toledo y sus congresistas le temen al referéndum.

Por eso, amparándose en el podo poder que todavía manejan, han decidido con el apoyo de la derecha y la abstención del Apra, bloquear la posibilidad del referéndum, y han archivado la iniciativa legislativa ciudadana que se presentó al Congreso, para que se convoque al referéndum y que tuvo el respaldo de más de cien mil firmas. ¡Todos contra el referéndum! parece haber sido la consigna de estos congresistas sumisos e ineptos, que se aprestan a someterse una vez más a los designios de la gran potencia norteamericana.

Este Congreso ha archivado y desechado un derecho elemental reconocido por la Constitución como es el referéndum. Pero si creen que con eso también archivarán la voluntad de lucha del campesinado y los sectores populares, están totalmente equivocados. Mientras el pueblo y el campesinado seguirán luchando y haciendo historia por sus derechos, ellos pasarán a la historia como unos viles traidores de la voluntad popular, como un puñado de serviles a los intereses de la potencia norteamericana, y será la historia y las futuras generaciones las que los juzgarán.