2006-05-17 00:00:00

La empresa minera Doe Run que opera en La Oroya, no cumple hasta la fecha con ajustar sus actividades al Programa de Adecuación y Manejo Ambiental, PAMA, ante la actitud contemplativa y hasta sumisa de los funcionarios del ministerio de Energía y Minas. Este programa que debió ejecutarse hace cinco años, tiene la finalidad que disminuyan los nocivos impactos de la actividad minera medioambientales como en la salud de los pobladores.

Sin embargo, diversas organizaciones sociales ya vienen exigiendo que esta empresa cumpla con adecuarse al PAMA y que las autoridades apliquen la ley ante la negativa de Doe Run. Entre estas organizaciones figura el Frente Cívico de Defensa del distrito de Sapallanga, en Huancayo, FRECIDESA.

Este distrito en el que se ubican cinco comunidades campesinas, emitió recientemente un pronunciamiento en el que denuncian los estragos que causa la contaminación por el manejo irresponsable de la actividad minera, sobre todo en los niños, como la presencia de plomo en la sangre de los niños, a los que se suma la contaminación del río Mantaro y de los recursos que permite la actividad agropecuaria en la zona. El FRECIDESA demanda que el Estado prohíba toda actividad minera en las cuencas hídricas y que se adapte la legislación a la defensa medioambiental.