2006-01-19 00:00:00

Alejandro Toledo ya puede sentirse más orgulloso que nunca por los frutos que empieza a dar su TLC porque el que tanto se la viene jugando: los campesinos y pequeños productores familiares son sus primeras víctimas, a través del nuevo impuesto confiscatorio que les pretende cobrar la SUNAT.

Mientras los medios buscan centrar la atención del país en las elecciones, la SUNAT emitió el 18 de noviembre del año pasado la resolución 234-2005, que dispone que a partir del 1 de febrero del 2006 los productores agrarios que vendan sus productos por más de S/. 100 nuevos soles, paguen 1.5%, con cargo al impuesto a la renta.

Las protestas contra esta norma, calificada como confiscatoria y atentatoria contra magra economía de los pequeños productores campesinos, no se han hecho esperar. La CCP a través de sus principales representantes, ha señalado que estas son las consecuencias del TLC que el gobierno de Toledo quiere suscribir “sí o sí” con los Estados Unidos.

Andrés Luna Vargas, presidente de Conveagro-Piura, y ex secretario general de la CCP, sostiene que esta medida “responde a la necesidad de hacer caja como consecuencia de los menores ingresos que va a originar un factor externo ajeno y contrario al agro y a la economía nacional: el TLC con Estado Unidos, por las condiciones como se han negociado”.

Asimismo “a la a la continuidad de una política tributaria que actuando al zarpazo se muestra valiente con los de menos ingresos y con dificultades para defenderse, sin tocar tanto a los causantes de estos menores ingresos por el TLC con EEUU como a los que más ganan en el país”, sostuvo el caracterizado dirigente agrario.

Por su parte, el secretario general colegiado de la CCP, Melchor Lima Ancco, ha anunciado que en la instalación del nuevo Comité Ejecutivo Nacional de la central, se propondrán las acciones necesarias para impedir que se concrete este nuevo atropello contra los campesinos y pequeños productores. Señaló que se coordinarán acciones con otras organizaciones agrarias y campesinas para actuar de manera conjunta y contundente ante esta nueva agresión; al tiempo que agregó que desde ya demandan la derogatoria de esta norma confiscatoria.

Hay que remarcar también que el presidente de Conveagro, Luis Zúñiga, también se ha pronunciado contra este nuevo impuesto, y ha exigido su modificatoria. Incluso ha planteado como plazo hasta el 30 de enero para que la SUNAT modifique la resolución, de lo contrario se convocarán medidas de protesta.

Hay que remarcar que en el fondo, insistiendo en estas medidas propias de la política económica neoliberal, lo que se pretende es desaparecer a los pequeños y medianos productores para facilitar la entrega del mercado nacional a los importadores de los productos con subsidios y ahora sin aranceles debido al TLC. Asimismo, facilitar la reconcentración de la tierra para cultivos ajenos a una propuesta de seguridad alimentaria y de una agroindustria de se abastezca prioritariamente de insumos nacionales, que constituye un eje programático clave de las propuesta que levanta la CCP para salvar al agro nacional.

Por otro lado, no es que los pequeños productores se nieguen a pagar impuestos. Ya lo hacen con la compra de sus insumos y otros productos; pero también vienen formulando diversas propuestas tributarias, que deben ser parte de una reforma tributaria, que no descanse solo en los impuestos ciegos o indirectos, sino en los que más tienen y más ganan. Al respecto, Andrés Luna Vargas, ha recordado que recientemente en China, después de varios siglos, se han abolido todo tipo de impuestos para los productores agrarios como una forma de generar mayores ingresos y mejorar sus condiciones de vida.

Este nuevo golpe tributario contra el campesinado y los pequeños productores familiares, es una nueva razón para seguir fortaleciendo nuestra campaña y nuestras acciones de lucha para impedir que este Congreso inepto, incapaz y deslegitimado, pretenda aprobar el TLC como ansía el presidente Alejandro Toledo; y para ratificar nuestra exigencia de convocar a un referéndum para que la mayoría del pueblo peruano decida si se firma o no el TLC.