Cuando las asambleas de las mujeres y jóvenes campesinos estaban listas instalarse, el drama, la tristeza y la desesperación ensombrecen la partida. La tormenta Stan, azota parte de Guatemala, dejando un saldo de 2.000 muertos, 500 desaparecidos, localidades sin agua potable, sin energía eléctrica y aproximadamente el 80% de las vías de comunicación obstruidas, según cifras oficiales.
Este hecho marca la inauguración de ambas jornadas que parten el 6 de octubre; las delegaciones de las organizaciones campesinas se solidarizan con la tragedia que afecta no solo al pueblo guatemalteco, sino también a parte de Centro América, responsabilizando a los gobiernos de los países afectados, de no contar con las medidas necesarias para llevar ayuda a los mas necesitados.
En este contexto, la III Asamblea Continental de Mujeres del Campo, con más de 100 delegadas de sus países y organizaciones, inician la reflexión y los debates por regiones, donde surgen propuestas y se confirman algunas definiciones políticas, donde se agrega el elemento de género, que a juicio de algunas dirigentas, es un tema que había sido soslayado en otros encuentros, sin asumir posiciones claras. Es así, que culminada la Asamblea, se toma la decisión de iniciar una "campaña que se oponga a toda forma de violencia sexista en contra de las mujeres y niñas del campo”.
Esta campaña, junto a otras definiciones y tareas han sido presentadas en el IV Congreso de la CLOC. Las mujeres, que se declararon "Hijas de la Tierra", con esta Asamblea, han dado un paso más en la articulación y acción que se ha venido construyendo al interior de la CLOC. En su declaración final, han reafirmado la oposición al neoliberalismo, al dominio de las instituciones financieras internacionales, que han trastocado los valores y la economía de culturas que tradicionalmente se basaban en el beneficio de la comunidad.
Hoy, el mercado impone su propia lógica, la Biodiversidad tiene un precio y una ganancia, que significa incrementar los ingresos solo de las transnacionales. Este encuentro, también reafirmó la solidaridad con el pueblo cubano, con las mujeres campesinas y cooperativistas cubanas; en la Asamblea se interviene a favor de los cinco cubanos presos injustamente en Estados Unidos y se saluda la resistencia que tiene el país ante el imperio estadounidense para consolidar, defender y continuar con el socialismo y la revolución.
Por su parte los jóvenes, que desarrollaron su II Asamblea en un ambiente alegre y entusiasta, pero no menos reflexivo, con intercambio de experiencias sociales y políticas, han podido avanzar también en la construcción de sueños comunes y en el accionar necesario para ver pronto una América Libre.
En sus discusiones estuvo presente la constatación de un modelo económico, político y social que afecta la continuidad de la agricultura familiar campesina, impulsando la migración de los jóvenes hacia la ciudad, donde se convierten en mano de obra barata. En este debate, también se incorpora el elemento de género, donde se concluye que el modelo patriarcal "contribuye principalmente a la explotación de las mujeres".
Los jóvenes, se pronunciaron ante temas como la migración; la oposición a la militarización de América Latina; la recuperación de tierras y territorios; la necesidad de construir alianzas con todos los sectores de la sociedad, para fortalecer el movimiento social; consolidar escuelas de formación regionales y locales; luchar por el derecho a la salud y la educación de los jóvenes campesinos, indígenas y afrodescendientes.
De esta forma, jóvenes y mujeres de la CLOC, se han declarado en movilización permanente, para avanzar unidos en la resistencia contra el imperialismo y el capitalismo, en esta lucha por la vida, por la tierra, por la defensa de la Biodiversidad.