2005-09-06 00:00:00

Hace tiempo, cuando estaban en conversaciones en el local de la Presidencia de la región Cusco por una parte los campesinos tealeros que exigían la democratización de la cooperativa, y por otra parte la fracción del alcalde Braulio Chacón, este último sector inasistió a la reunión. Luego de inútil espera, los tealeros regresaron a sus domicilios en Huayopata. El alcalde, con gente pagada por él, había preparado una emboscada, hubo muchos ancianos heridos, casas de los campesinos saqueadas. Las autoridades judiciales y policiales no hicieron nada contra los agresores, al contrario, los procesados fueron las víctimas del ataque. Este hecho mostró al alcalde Chacón que podía obrar con impunidad, por esto preparó otra emboscada para el 20 de julio de este año.

La Contraloría de la República le había exigido que rindiera cuentas de su gestión municipal, cosa que jamás hizo, ante esto la población realizó un paro en exigencia de la rendición de cuentas. El alcalde preparó la emboscada para el 20 de julio. Convocó para ese día a una Asamblea Popular, junto a él firmaron el párroco y el comisario. Ese día llevó periodistas al local del municipio. Siguiendo el plan trazado para la emboscada, tuvo al pueblo convocado esperando inútilmente sin realizar la asamblea prometida, cuando calculó que la población ya estaría indignada por la burla, salió al balcón e hizo gestos insultantes al público, naturalmente este reaccionó arrojando objetos al local del municipio.

Esto era lo que el alcalde esperaba, los periodistas fotografiaron la reacción del público. De locales cercanos a donde estaba concentrada la gente lanzaron piedras sobre el público que inocentemente fue a la Asamblea y de los alrededores de la plaza surgieron atacantes con palos y lancetas, muchos de ellos encapuchados; agredieron a los asistentes, algunos de éstos se refugiaron en viviendas cercanas y fueron perseguidos por los agresores. El joven campesino Santos Cuba fue asesinado horriblemente, le incrustaron una lanceta de hierro por el ano que salio por el pecho, a Julio Quispe le rompieron el brazo, hay muchos heridos más. Luego atacaron y saquearon las viviendas de los opositores del alcalde, agrediendo a los niños e intentando violar a las niñas. Los agresores fueron empleados del municipio y gente contratada por Chacón, algunos de ellos confesaron que compraron intercomunicadores y capuchas para cubrirse el rostro.

A pesar de todo esto las autoridades liberaron al alcalde. Como él sabe que ha robado mucho dinero del municipio y que además es el jefe de la banda de asesinos en la emboscada del 20 de julio, preparó su fuga llevándose los libros del municipio de 2004 y 2005, portando gran cantidad de dinero y un pasaporte con visa para Canadá. No iba por la ruta acostumbrada, salía por la difícil ruta de Machupicchu, en el camino fue sorprendido por casualidad por un fiscal honesto que estaba acompañado de policías que lo persiguieron y capturaron encontrándolo disfrazado de anciano.

Hay infinidad de pruebas que muestran que además de ladrón es jefe de la banda de terroristas encapuchados asesinos que actuaron en la emboscada preparada por él.
Sin embargo hay rumores de que los 5 abogados que ha contratado con los millones robados van a conseguir que salga en libertad. Ahora están procesadas y perseguidas las víctimas del ataque. Máximo Figueroa, Presidente del Frente de Defensa del distrito de Huayopata que exigía la rendición de cuentas, ya está preso. Así es la “justicia” en el Perú, protectora de corruptos y asesinos, represora de quienes reclaman justicia.