2005-06-14 00:00:00

En la provincia de Hualgayoc-Bambamarca, las mujeres vienen realizando una interesante labor organizativa que les viene permitiendo recuperar sus derechos sociales, económicos y políticos. “Ahora a las mujeres nos escuchan, pues tenemos voz y voto en las reuniones y asambleas”, afirma Yolanda Bueno Carranza.

Ella es Secretaria de Organización de la Central Única Provincial de Mujeres de Hualgayoc-Bambamarca y no oculta su emoción al relatar los importantes logros que vienen logrando con su organización. “Nuestra Central cuenta trabaja con unas 50 organizaciones de base como los comités de vasos de leche, comedores populares, defensorías comunales, comités pastorales y rondas campesinas”, explica Yolanda.

Agrega que imparten capacitación en temas como de liderazgo, defensa de los derechos de las mujeres y fortalecimiento de sus organizaciones. “También compartimos capacitación en actividades productivas como artesanías, tejidos, tintes naturales; esto con la finalidad de que las mujeres puedan mejorar los ingresos familiares”, agrega.

Yolanda participó recientemente, junto con otras dos delegadas en la primera Escuela de Capacitación Campesina, organizada por la Central de Rondas de Hualgayoc-Bambamarca, y la CCP. Señala que “Es la primera vez que participo en un evento de esa naturaleza y estoy muy contenta pues ahora he comprendido temas como el TLC y podré compartirlas con las compañeras de mi organización”.

Antes de culminar su diálogo con Voz Campesina, hace un pedido a los dirigentes de la CCP y de la Central de Rondas. “Queremos que este tipo de Escuelas también se haga con la Central de Mujeres, no solo con la participación de Bambamarca sino de toda la región Cajamarca, porque queremos seguir capacitándonos y fortalecer nuestras organizaciones de mujeres”, remarca Yolanda Bueno Carranza, una de las impulsoras de esta experiencia organizativa que muestra el avance de las mujeres en la defensa de sus derechos como productoras, campesinas y ciudadanas.

EL ROL DE LAS MUJERES EN LA DEFENSA DE LA HOJA DE COCA

En las diversas movilizaciones que realizan los productores de hoja de coca en defensa de sus cultivos, la presencia de las mujeres es infaltable. Y no se caracteriza precisamente por ser una participación pasiva o que pase desaperciba. Las mujeres productoras de coca siempre están al frente con su actitud combativa, que les ha hecho ganar el respeto dentro de sus organizaciones y de las mismas autoridades.

Una de las organizaciones que permanentemente se han movilizado en defensa del cultivo de la “hoja sagrada”, es la Federación Provincial de Campesinos de La Convención, Yanatile y Lares, FEPCACYL. La Secretaria del Frente Femenino de esta organización es Lourdes Gamarra, quien señala que no solo se movilizan por la coca sino también frente a las agresiones de las empresas que explotan el gas, para exigir la construcción de carreteras, gestionando apoyo en situaciones de emergencia.

“La pobreza la sufrimos tanto hombres como mujeres y por eso caminamos y luchamos juntos, de la mano; por eso sembramos la coca, porque nos permite sobrevivir, por lo menos cosechamos cada tres meses, pero quienes distorsionan nuestra realidad son las malas autoridades que nos quieren presentar como si fuéramos narcotraficantes”, expresa enérgica Angélica Gamarra.

Otra dirigente del Frente Femenino de FEPCACYL es Hipólita Cochoy, quien responsabiliza a ENACO por los problemas de comercialización y bajos precios que reciben por la venta de hoja de coca. “Enaco ha hecho tres clasificaciones de hoja de coca, pero no quiere comprarnos la de tercera, a pesar que hay un convenio con la federación donde compromete a hacerlo. Además, no nos pagan como debería ser”, señala.

Hipólita Cochoy también critica a las autoridades que les exigen erradicar la coca para reemplazarlos por otros cultivos. “Ellos solo hablan porque no conocen la realidad del campesinado, del productor; en La Convención no se pueden diversificar los cultivos por la calidad y la naturaleza del terreno no lo permite, pero aún con todo, tenemos nuestros cultivos de frutales que nos permiten sobrevivir”, finaliza la dirigente campesina.