¿Para qué los productores de algodón y arroz junto con sus familias, desplegaron su fuerza democrática y la justeza de sus demandas en el primer paro macroregional indefinido del norte, que la lucha de la historia agraria registra? ¿Para qué se plegaron otros productores del campo y otorgaron su solidaridad autoridades rurales y comunales junto a transportistas, comerciantes, maestros y comunicadores sociales? ¿Para que corrieron los riesgos de la incomprensión, el frío de las noches a cielo abierto, la carga de responsabilidades ajenas y hasta pedidos de “orden y respeto a la ley” con ayuda de la fuerza pública?
¿Será para los llamados 14 puntos del Acta de acuerdos, de los que sólo 02 corresponden a Piura? En el punto 03 se sopla la pluma al Gobierno Regional - con la complacencia del Presidente – para que se haga cargo de warrantear el arroz y sino puede será el Proyecto Especial Chira Piura con la banca privada. Para eso no se necesitaba hacer un Paro Indefinido. Bastaba una simple gestión, a lo más una marcha. Warran sin precio de garantía y sin responsabilidad financiera del Estado, no requiere participación alguna de ningún funcionario público, ni de institución alguna del Estado. Debe ser la absoluta incomprensión de la responsabilidad pública del presidente regional, cuando a su vuelta en entrevista radial, bien suelto de huesos dice que los precios los fija la oferta y la demanda. ¿Y el rol de Estado como regulador en la formación de precios? ¿Y el bien común? ¿Incapacidad para pensar en modificaciones al modelo económico neo-liberal que viene desde la década pasada?
Del corte abusivo y corrupto de las importaciones de arroz, en plena temporada de cosecha y con capacidad de abastecer con producción propia el mercado nacional, el Acta no dice nada. Que pregunten cómo en Colombia hace tres meses, decidieron que no entraba un solo grano, en decisión soberana de defender su mercado para sus productores nacionales.
En el punto 07 del millón trescientos mil toneladas de arroz pilado cosecha 2005, comprometen a PRONAA para que adelante la compra de 18,143 TM EN TODO EL PAÍS. Es decir, el equivalente de tres mil hectáreas, de las 250 mil a cosechar, adquiriendo 6,898 TM en el mes de junio y las restantes sujetas al crédito suplementario que aprobará el Gobierno.
El otro punto que corresponde directamente a Piura es el N° 12. Se refiere a la incumplida promesa de tramitar ante el Congreso de la República el proyecto de Ley que crea el Programa de Formalización del Comercio Algodonero, cosecha 2005; otorgando el correspondiente financiamiento. Al respecto hace varios meses hay proyectos que el pleno del Congreso no ve y resuelve. De los 14 millones anunciados verbalmente, no hay nada en el Acta. Debe ser por eso que no estaba el Ministro de Economía y mandó a funcionarios sin capacidad de decisión. Dice el Acta en otra parte que la formalización es “para todas las variedades”. La nueva promesa de 14 millones de soles, daría lugar a que sólo alcance a 14 soles el qq rama para los productores de Pima, que con inmenso sacrificio aportarán un millón de qq. ¿O piensan devolver menos que a los productores de Tanguis? Digo devolver porque los 14 millones de soles saldrán de una cantidad mayor que el Estado recaudará por IGV, al evitar que se eluda impuestos como ha sido costumbre de las empresas que controlan oligopólicamente el mercado desde las desmotadoras, hilanderas y textileras.
Señores del gobierno, el riesgo ya lo asumieron campesinos y productores. La cosecha para hacer el negocio, está a la vista. No jueguen con candela. La unidad lograda en el espacio macro regional, el basta ya a tanta promesa incumplida, y la comprensión de que sólo se ha suspendido el Paro Agrario, así como la conciencia de tener capacidad para hacerse sentir y ganar el aprecio a demandas justas, volverán a ser motivo y argumento, para no regalar las cosechas que con inmenso sacrificio se han logrado. Tomen nota que ya los productores dijeron NO al TLC con EE.UU., no por que se desestime nuevos y mayores mercados, sino porque no se aprecia negociación soberana, sino sometimiento y riesgos mayores para la inmensa producción que se realiza en el mercado nacional, frente a importaciones que vienen con precios falsos por los subsidios y ayudas.
Atiendan las demandas, que técnica y financieramente han venido presentando las organizaciones nacionales de algodoneros y arroceros. Del lado de los productores entendamos que es indispensable introducir cambios en un modelo económico que no tiene que ver con el agro, el trabajo y las mayorías nacionales. Trabajemos por cosechar también esta victoria, como parte de las responsabilidades que tenemos por delante. Como productores sepamos resolver las dificultades mencionadas, sepamos conservar la unidad alcanzada, por que entre nosotros no está el problema mayor. Juntos lograremos hacernos respetar.