La caída del presidente ecuatoriano Lucio Gutiérrez expresa una vez más los límites y el agotamiento del modelo económico neoliberal, así como su incapacidad para solucionar la miseria de los pueblos de América Latina. Asimismo, es la expresión popular contra el saqueo a que son sometidos los países y la creciente corrupción de los políticos tradicionales que se someten a los dictados del FMI y a los intereses geopolíticos del gobierno norteamericano.
En opinión de la Confederación Campesina del Perú, la caída de Gutiérrez, es también una sanción de la mayoría del pueblo ecuatoriano, a un presidente que llegó al poder con un programa de gobierno que respondía a los intereses populares, y que luego cambió para someterse al neoliberalismo económico. Eso mismo ha ocurrido en el Perú tanto con el régimen del corrupto Fujimori y luego con Toledo, cuyo gobierno se encuentra en un desprestigio total.
La crisis ecuatoriana, se produce en un contexto muy complejo para los países de la región andina, cuyos gobiernos como los de Perú, Ecuador y Colombia, están empeñados a firmar, un Tratado de Libre Comercio, TLC, con los Estados Unidos, y los presentan como la única vía para salir de la pobreza. El querer firmar el TLC a espaldas de la población, con negociaciones poco transparentes y casi secretas, y manipulando a la opinión pública, ha generado grandes protestas en los tres países andinos.
A raíz de la caída de Gutiérrez, importantes sectores laborales e incluso empresariales, han expresado ya su exigencia de que las negociaciones del TLC, cuya IX ronda se realiza en Lima, sean postergadas. Opiniones similares han expresado diversos líderes y representantes de organizaciones campesinas e indígenas del Ecuador que participan –junto con Bolivia, Perú y Colombia- en el Foro Andino en Lima, un evento paralelo a la ronda de negociaciones.
Para la CCP, lo ocurrido en Ecuador debe ser un llamado y una alerta al presidente Alejandro Toledo, que con un nivel de aceptación de apenas 8 por ciento y envuelto en una creciente corrupción y descrédito, pretende firmar “sí o sí” el TLC con los Estados Unidos, mientras crece la oposición en grandes sectores de la población peruana, como es el campesinado y los pequeños productores agrarios.
Si se persiste en este camino, la crisis política y social en el Perú que se viene incubando puede estallar en cualquier momento, pues la pobreza que sufren millones de campesinos, desempleados, trabajadores cada más desprotegidos, se seguirá incrementando con la aplicación del modelo neoliberal y sus nuevos instrumentos como el TLC. Si ayer fue Bolivia con Sánchez de Lozada, hoy Ecuador con Gutiérrez, mañana puede ser el Perú.
Lima, 21 de abril del 2005
COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL DE LA CCP