2004-11-08 00:00:00

Este artículo que escribo es desde la experiencia de mi Comunidad Campesina de “Tuntuma”, ubicada en el distrito de Velille, Provincia de Chumbivilcas, Cusco, que ha tenido diversos conflictos en defensa de su territorio comunal, por varias décadas y aún continúan. Planteo estas reflexiones y propuestas, en el momento en que se inicia un arduo debate de un nuevo proyecto de ley, en la Comisión Especial de Revisión de la Legislación de Comunidades Campesinas y Nativas en el Congreso de la República.

En el Perú existen 5,818 Comunidades Campesinas de los cuales 4,188 son tituladas; y 1345 Comunidades Nativas o Indígenas de ellas 1,175 tituladas; y controlan más de un tercio del territorio del Perú. Por ello fuimos acusados como “no peruanos” por el Premier Carlos Ferrero a inicios de año. Ahora se han dado leyes para despojarnos de nuestras tierras, como la Ley de Reversión de Tierras Adjudicadas y la Ley de Marco de Desarrollo Rural; cuyos objetivos son favorecer las inversiones de la Empresa transnacionales. Somos 84 de cada 100 pequeños productores, quienes desde la comunidad campesina controlamos recursos y abastecemos los mercados regionales y locales e inclusive nacional; tenemos 84 pisos ecológicos o microclimas, de las 104 que existen en el mundo; y somos los principales guardianes de la biodiversidad de nuestra montaña andina y de nuestro territorio que son fuentes de las reservas de agua dulce.

Aún así, cada gobierno de turno desarrolla estrategias e implementa leyes para desaparecer o fragmentar las comunidades campesinas; Fujimori con la Constitución del 1,993 borró la intangibilidad de tierras comunales que reconocía la constitución del 79; derogó la Ley de Reforma Agraria y promulgó la llamada “Nueva Ley de Tierras”, la Ley de Titulación individual en las Comunidades Campesinas de Costa, la Ley de servidumbre Minera y otros. Todas con el objetivo de mercantilizar las tierras y recursos naturales. Pero, aun seguimos resistiendo y continuaremos luchando las Comunidades Campesinas y Indígenas, en defensa de nuestro territorio y recursos naturales y de nuestros derechos que están reconocidos en diversos tratados internacionales, y el gobierno peruano pretende desconocer.

Este constante peligro y amenaza a las comunidades se incrementa con el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, cuyo interés fundamentalmente son los recursos naturales que están en nuestros pueblos. La CCP conscientes de esta situación, actuando conjuntamente con otras centrales como AIDESEP, CONAP, CNA Y CCP; hemos trabajado y presentado una propuesta de reforma constitucional y un proyecto de Ley de los Pueblos Originarios: Comunidades Campesinas e Indígenas, cuyos ejes centrales buscan rescatar los derechos de estas comunidades sobre sus tierras y territorios, así como impulsar el desarrollo rural.

Estas propuestas nacen, se sustenta y se conciben desde la experiencia institucional y vida cotidiana de nuestros pueblos y de las comunidades campesinas; expresan nuestra cultura del Ayni y el Minka (la solidaridad y la reciprocidad) y los valores éticos de nuestros antepasados como el Ama Llula (no mientas), Ama K’ella (no seas ocioso) y Ama Shua (no seas ladrón); que son parte de nuestra identidad cultural que vive y resiste mas de 500 años. Incluye también derechos reconocidos internacionalmente como el Convenio 169 de la OIT sobre tierra y territorio de los Pueblos Originarios, el Pacto Internacional sobre los DESC (Derechos Económicos sociales y culturales) y otros suscritos por el Estado peruano. Por ello los dirigentes, tenemos que levantar estas propuestas y participar activamente en diversos espacios para hacer respetar y conquistar nuestros derechos.