Luego de más de una semana de huelga indefinida en La Convención
Luego de librar más de una semana de huelga indefinida, incluida una huelga de hambre de varios dirigentes, los productores organizados en la Federación Provincial de Campesinos de La Convención, Yanatile y Lares, FEPCACYL, base de la Federación Departamental de Campesinos del Cusco, FDCC y de la CCP, lograron que las autoridades gubernamentales atendieran una de sus principales demandas, como es la ampliación de la cuota de compra de hoja de coca; en tanto, siguen negociando la solución a otros puntos de su plataforma.
La huelga indefinida empezó el pasado 20 de setiembre, con sendas movilizaciones y con la toma del local de la Empresa Nacional de la Coca, ENACO, en cuyo local, varios dirigentes de la FEPCACYL y la alcaldesa de La Convención, Fedia Castro, iniciaron una huelga de hambre. El ayuno fue también emprendido por los dirigentes Celedonio Molina, Eusebio Cconilla y Antonio Limache, dirigentes de la FEPCACYL.
Uno de los puntos de la plataforma de la FEPCACYL, era la exigencia de que el Ejecutivo declare a los valles cocaleros de la provincia de La Convención como zonas lícitas de producción de hoja de coca. Este planteamiento ha sido rechazado siempre por Devida, el organismo encargado de combatir la siembra ilegal de coca, a pesar que en esta provincia cusqueña, a diferencia de otras zonas, la producción de la hoja de coca se destina para el consumo tradicional y su industrialización. Otros puntos de la plataforma están referidos al cumplimiento del acta suscrita por las autoridades y dirigentes de La Convención con las empresas que explotan el gas de Camisea, para que éstas reparen los daños causados al medio ambiente, compromiso que la empresa viene eludiendo sistemáticamente.
La FEPCACYL exigía también que se acelere el asfaltado de la carretera Ollantaytambo-Quillabamba, cuya ejecución está retrasada por la incompetencia de las empresas que ganaron la licitación. Asimismo, el levantamiento del estado de emergencia en la provincia de La Convención, que rige desde el año pasado, cuando los campesinos y productores realizaron una huelga indefinida con bloqueos de carreteras.
Ante la negativa del gobierno de atender sus demandas, los productores iniciaron una marcha de sacrificio a la ciudad del Cusco, donde bloquearon calles e incluso estuvieron a punto de tomar las instalaciones del aeropuerto internacional. Asimismo, amenazaron con bloquear la vía que conduce a las ruinas de Machupicchu, en tanto, recibían el apoyo de los productores de otras provincias cusqueñas. Ante la contundencia de la medida de lucha, que paralizó todas las actividades en Quillabamba, capital de La Convención, el gobierno se vio obligado a entablar el diálogo. Para ello, una comisión de alto nivel encabezada por el viceministro de Agricultura, Julio Escudero, viajó hasta la zona.
Uno de los primeros compromisos del gobierno ha sido que la Empresa Nacional de la Coca, ENACO, aumente la compra de hoja de coca a 536 toneladas, más de lo que ha venido adquiriendo. También se han conformado mesas de diálogo para tratar otros aspectos de la plataforma de lucha, las cuestiones agrícolas, infraestructura vial, energía, educación y salud. En las primeras reuniones que se prolongaron por más de diez horas, ya se delinearon algunas líneas de solución a las demandas de los campesinos. Los dirigentes de FEPCAYL así como del Frente de Defensa, remarcaron que la huelga será suspendida definitivamente en la medida que todos estos acuerdos sean ratificados y firmados por el titular del ministerio de agricultura, Alvaro Quijandría.