2004-07-07 00:00:00

Así es. ¿En qué otro lugar del norte, centro y sur del continente americano, o del Caribe, se produce la calidad extra-larga y extra-fina de nuestro algodón Pima, que no sean los Valles Chira, Piura y San Lorenzo? Esto es lo que pregunto a los que cargados de pesimismo, indiferencia o desconocimiento, afirman que no hay salida a la vista y que hemos perdido el tren de la modernidad. Estos se basan, entre otras constataciones, en la persistencia en el erróneo riego por inundación, la debilidad y retroceso en los trabajos de investigación, o, en la predominancia de la pequeña propiedad agraria.

Pregunto así, con el fin de entrar al tema, por el lado de lograr entender y compartir, cómo es cierto que en los ecosistemas de la costa y sierra, en los que se desenvuelven las agriculturas piuranas, hay joyas de alta calidad, renovables, cuantas veces nos propongamos lograrlas en frutas, fibras, granos, tubérculos, hierbas medicinales, entre otras.

No es suficiente toda la genética y subsidios que Estados Unidos dispone para lograr un Pima, que sigue siendo de menor calidad que el nuestro. Por tanto, hilo, tela que no llegan a la calidad extra, a pesar de los US$ 4,000 millones de dólares anuales que, según el Banco Mundial, otorgan a sus productores de algodón y empresas del sector; subsidios, de paso, que ni siguiera permiten se discuta para el Tratado de Libre Comercio.

TODOS GANAN MENOS EL PRODUCTOR ALGODONERO

Sostengo que en la producción del Pima piurano somos competitivos, y podemos serlo mejor. La prueba está en el precio de un polo 100% Peruvian Cotton (algodón peruano), con el valor agregado inmaterial de la marca, que en países de Europa y en Estados Unidos se vende a no menos de US$ 50 dólares. Sólo que de esta situación, en la cadena de producción, proceso y comercialización, todos ganan, menos el productor algodonero.

De todos los eslabones de la cadena, el más débil, es el que corresponde al agricultor. Sólo recibe US$ 2.26 (dos dólares, veintiséis centavos) de los US$ 150 dólares que salen de 01 Kg. de fibra, convertido en 3 polos. Esto puede cambiar, a condición no sólo de superar las debilidades mencionadas, sino, sobre todo, recuperar y construir organización y gestión capaz de abordarlas, darle valor agregado a la fibra, logrando en una primera etapa con negocio de riesgo compartido vender hilo, hasta llegar hacer de Piura lo que ya otros hicieron en Gamarra- Lima, sin ser productores de nuestra fibra. Ahí está una fuente de acumulación de capital, trabajo, conocimientos y uso de capacidades existentes. Tendremos un agro floreciente, y una nueva industria que no dependa de las importaciones. No se dañará la tierra, el agua y el medio ambiente, como ocurre con el arroz en el Bajo Piura, o, como podría pasar con la amenaza de la minería metálica, en el único departamento de la costa que no tiene su agua dulce, contaminada por relaves mineros.

PROPUESTAS:

1º. Precio base por carga: 455 nuevos soles. Es el promedio del precio pagado por Textil Piura y Credisa, por fibra importada de algodón Pima de EE.UU., de menor calidad que el nuestro, desde febrero 2003 hasta abril 2004. Este precio es sin tomar en cuenta el plus por la mejor calidad y la pepa que no la pagan.

2º. Procesar el 10% de la cosecha en hilo. Que el Estado, Ministros de Agricultura, Producción y Economía cumplan su rol promotor, concertando con productores y empresarios hilanderos una operación de riesgo compartido, o simplemente de servicio.

3º. US$ 2 millones de dólares del FRASA. No sólo para comprar en rama y vender en rama, sin valor agregado, sino para procesar el 10% de la cosecha, en hilo. Esto no le costaría un sol al Estado. El FRASA es un fondo que se forma con los aranceles y sobre tasas que se cobran a productos agrícolas importados.

Defendámonos como productores, pero también como ciudadanas y ciudadanos. Frente a la crisis política en curso, seamos capaces de tener propuesta para las mayorías en este terreno y también en lo económico. No seamos cola de los que ya mal gobernaron el Perú. Logremos Democracia verdadera en lo político, económico, social y cultural para una Piura parte de la Región Macro Norte próspera, justa, con vida sana, sostenible y con autonomía.