CCP exige solución urgente a sus demandas productores de hoja de coca

2004-05-06 00:00:00

La huelga indefinida que han emprendido los productores de las diferentes cuencas cocaleras del país, expresa la situación del pobreza de millones de campesinos, así como el abandono y la crisis en que se debate el agro nacional. Por ello, exigimos al gobierno una solución real a sus problemas, pues hasta ahora sólo han recibido promesas incumplidas.

La gran mayoría de los productores que han acatado la huelga indefinida, son campesinos empobrecidos por la ausencia de apoyo al agro, con precios que no permite siquiera recuperar sus costos de producción y con un mercado cada vez más copado por la producción extranjera subsidiada. Todo ello, es consecuencia de las políticas neoliberales que se implementan en el país y que este gobierno mantiene a pesar de sus promesas de defender el agro.

De otro lado, las acciones con las que se ha pretendido reemplazar los cultivos de hoja de coca, sólo han respondido a las políticas del gobierno norteamericano y de la DEA; y deja de lado los verdaderos intereses de los productores de las cuencas cocaleras. Por ello, los llamados programas de cultivos alternativos, no constituyen en realidad, una respuesta a las necesidades de los campesinos, por lo que vienen siendo cuestionados.

La CCP, reitera su posición que la solución de los problemas de los productores de hoja de coca, pasa necesariamente por la solución integral a los problemas de la agricultura. Y parte de esos problemas centrales son los bajos precios que reciben por sus productos, la ausencia de crédito para los hombres y mujeres del campo, así como la inexistencia de programas de desarrollo integral para las comunidades campesinas.

El gobierno debe responder a estas demandas y no pretender desconocer el derecho de los productores, acusándolos de hacer el juego a la subversión o al narcotráfico. Por ello, también exigimos que se respete el gremio de los productores de hoja de coca y rechazamos las maniobras divisionistas que se impulsan desde el gobierno para debilitar sus justas acciones de lucha.