¿Una salida para la crisis del agro o una promesa más?

2004-03-03 00:00:00

Cuando han transcurrido más de dos años y medio, y en un contexto de crisis y precariedad política cada vez difícil sostenerse, el gobierno del Presidente Alejandro Toledo, ha vuelto –una vez más- a recurrir a su ya lejana promesa que hiciera incluso antes de iniciar su mandato: priorizar el desarrollo agrario; es decir, un nuevo intento de relanzamiento del olvidado agro nacional.

Haciendo un gran despliegue en los medios de comunicación, a mediados de febrero, se ha presentado la llamado Plataforma Agraria de Consenso para el Relanzamiento del Agro Peruano; hecho que fue luego complementado con la firma de una pomposa “carta Verde”, que propuso el ministro de Agricultura José León Rivera, con lo que supuestamente el terreno quedaría expedito para que los hombres del campo empiecen a forjar la tan ansiada reactivación de este importante sector productivo.

En la Confederación Campesina del Perú, CCP, como seguramente en otros gremios agrarios y campesinos, estas propuestas no han sido tomadas con mucho entusiasmo, pues los antecedentes más recientes no avalan de ninguna manera que estemos ante una promesa que pueda ser cumplida. O sino recordemos qué pasó con las Actas de Compromiso que firmó con la CCP y las federaciones departamentales de Cusco y Puno, el anuncio de crear la Comisión Nacional de Comunidades Campesina y de la Pequeña Producción (CONACCYP) y las reiteradas promesas de hacer del agro su prioridad A-1. Como puede, verse los antecedentes en materia de honrar compromisos por parte del gobierno y de Toledo, son poco confiables, por decir lo menos.

LOS ANTECEDENTES DE LA PLATAFORMA

Es importante recordar algunos hechos que han antecedido a la formulación de la Plataforma Agraria de Consenso, que por cierto no ha surgido necesariamente por una vocación dialogante del gobierno. Después del victorioso paro del 25 y 26 de septiembre del 2003, luego de que la II Asamblea del CUNGA del mes de octubre, aprobará la organización de un paro nacional agrario indefinido, el gobierno se vio obligado a reestablecer el diálogo con las organizaciones campesinas y agrarias.

Para ello, el 30 de octubre Toledo convoca a Palacio de Gobierno, además de los gremios del CUNGA y CONVEAGRO, a la Asociación de de Gremios Agroexportadores del Perú (AGAP), Asociación de Exportadores, Junta Nacional de Riego (JJNUDRP) así como a la Asociación Peruana de Avicultores (AVA). Es decir, una amplia gama de representación gremial y empresarial del sector agropecuario.

Esa reunión sirvió para que una vez más Toledo afirmara su supuesta prioridad para el agro y afirmar por enésima vez, que a partir de esta reunión se estaba relanzando el agro peruano. Por tanto, las organizaciones presentes en dicha convocatoria decidieron trabajar para presentar una propuesta en conjunto. Estos trabajos se realizaron entre los meses de noviembre del 2003 y enero del 2004; y el fruto del mismo fue la Plataforma Agraria de Consenso para el relanzamiento del agro peruano.

Sin embargo, la CCP y otros gremios como ANPEAP, Sociedad Nacional de Vicuñas, Asociación Peruana de Alpacas, ANPAL (algodón), en conjunto decidieron firmar la plataforma pero con reservas. Esta decisión adoptada se basa en el hecho de que si bien la plataforma tiene aspectos importantes de unidad que hay que desarrollar, sin embargo, tiene enfoques inadecuados y vacíos que no pueden dejados de lado; por tanto hay que corregirlos y llenarlos, como lo plantearemos más adelante.

LOS ASPECTOS PRINCIPALES DE LA PLATAFORMA
Esta propuesta pretende sentar las bases para configurar una Política de Estado que trascienda al mandato del Gobierno que permita superar la grave crisis que viene afectando al sector desde hace décadas y, al mismo tiempo, iniciar el proceso de desarrollo que convierta al agro nacional en una actividad competitiva, rentable y generadora de empleo.

Se plantea como Visión de largo plazo, hacer del agro un sector próspero, rentable, sostenible que contribuya a generar desarrollo para el país, aumentar el empleo y elevar la calidad de vida de los peruanos, en especial de la familia campesina y rural. Como objetivo central propone lograr un agro económicamente rentable, ambientalmente conservacionista y sostenible, socialmente integrador e institucionalmente consolidado.

Como propuesta de política agraria, revindica la atención prioritaria que según la propia Constitución debe tener el sector agrario, concibe la relación entre el Estado y los productores como una alianza estratégica y considera a la descentralización como un eje fundamental de la política agraria.

Plantea superar el atraso científico y tecnológico para estimular la capacitación, el desarrollo; apoyar, promover y estimular la formación y consolidación de las organizaciones agrarias, la defensa de la producción nacional; así como la defensa, preservación y protección de la ecología, medio ambiente, recursos naturales renovables, recursos genéticos y la bío diversidad como patrimonio de la Nación.

Propone también la inclusión y participación del sector agrario en Acuerdo Nacional y un conjunto de aspectos específicos que abordan los problemas agrarios como el régimen de tenencia de tierras, extensión rural, educación, ciencia y tecnología, sanidad agraria, agua financiamiento y comercialización. Aborda también lo relacionado con la negociaciones internacionales, incidiendo en la aplicación de aranceles y otros mecanismos para la corrección de la distorsión de los precios; el sistema tributario, propuestas de desarrollo alternativo a la hoja de coca, así como la conservación y protección de la vicuña y de los recursos forestales y fauna.

NUESTRAS RESERVAS

Sin desconocer la importancia de todos los puntos planteados en la Plataforma Agraria de Consenso, sin embargo, existen cuestiones de fondo que afectan directamente al agro nacional, que no han sido tomados en cuenta; y que por lo tanto, pueden convertir a esta Plataforma en un nuevo saludo a la bandera.

Un primer aspecto a señalar es que tanto en la Visión como en el objetivo general de la plataforma agraria de consenso no aparece la necesidad de plantear la modificación de la política económica vigente, que es un punto vital de la plataforma del CUNGA. Cualquier propuesta de desarrollo agrario requiere necesariamente de nuevas políticas macroeconómicas, sectoriales y una nueva política comercial externa que sean capaces de generar un entorno favorable para sacar a la agricultura de la crisis.

Por tanto, la ausencia de una propuesta respecto a este tema, nos deja parcialmente desarmados, ya que no estaría tocando el meollo del problema. Desde este mismo punto de vista, no puede concebirse ni afirmarse que los productores - y menos la pequeña producción campesina- tenemos con el Estado una alianza estratégica; menos aún cuando desde hace más de 14 años, este mismo Estado viene implementado una política neoliberal que está refrendado constitucionalmente.

Otra de nuestras observaciones tiene que ver con la propuesta de la defensa de la producción nacional agraria, que es otro punto sustancial de la plataforma del CUNGA. y que se plantea en el punto 7 de la propuesta de política agraria. En las propuestas de objetivos específicos aparece reducida a un tema de negociaciones internacionales. Es bueno señalar, que si bien este aspecto tiene íntima relación con lo internacional, es en primer lugar y ante todo un problema de política económica y agraria interna.

Es decir, no sólo está relacionado con el problema de defendernos elevando los aranceles, sino a la necesidad de aplicar salvaguardas agropecuarias especiales ante el daño que producen los alimentos importados a la agricultura nacional; así como también a la ineludible necesidad de sustituir la producción de alimentos para desarrollar la producción nacional de trigo, arroz, maíz amarillo duro y soya, que además de fortalecer nuestra seguridad y soberanía alimentaria, generaría una importante fuente de empleo en el campo.

Por otro lado –y aquí radica un aspecto importante de nuestras observaciones- esta plataforma de consenso, ni en sus consideraciones generales o específicas, trata o aborda el problema de la agricultura de la sierra, que es el ámbito donde se encuentra no solo el 70% del total de productores que existen en el país, sino que también se concentra la pobreza. Al no considerar la situación del agro serrano, la Plataforma tampoco plantea el problema de la inversión pública en el agro y en particular en la sierra, el problema de los precios internos, como tampoco se plantean propuestas frente al conflicto de las Comunidades Campesinas con las grandes empresas transnacionales mineras, que depredan sus recursos naturales.

PROFUNDIZAR LA PLATAFORMA Y AMPLIAR EL CONSENSO HACIA LA PEQUEÑA PRODUCCION
Es importante destacar que nuestras observaciones hechas a la Plataforma Agraria de Consenso, no son una voz aislada y discordante que pretende aguar la fiesta y obstaculizar las grandes vías de solución al agro peruano. En ese mismo sentido también se han pronunciado importantes instituciones vinculadas al agro nacional como CEPES y la Coordinadora Rural.

Fernando Eguren, Presidente del CEPES ha sostenido que los puntos expuestos en la Plataforma se circunscriben a una visión costera de la agricultura y no son adecuados para la sierra y selva. Agrega que para repotenciar la agricultura en estas dos regiones se necesita una política de Estado mucho más amplia, pues no bastan las políticas sectoriales. Por lo demás, remarca, este plan no beneficiará sino marginalmente a los campesinos y productores agropecuarios.

Por su parte, la Coordinadora Rural, ha destacado que estas propuestas no vislumbran una vez más una actitud del gobierno que indiquen una estrategia o política sectorial, regional o nacional para atender las necesidades del agro de la sierra; sector donde radica un porcentaje importante de pequeños productores y campesinos.

De manera que, rescatando un conjunto de aspectos positivos y con los cuales coincidimos plenamente, la CCP considera que se requiere profundizar y reorientar la Plataforma de Consenso hacia la necesidad de exigir el cambio de la actual política económica, que reiteramos, es la madre del cordero para poder avanzar hacia un verdadero relanzamiento del agro nacional en general y del agro de la sierra en particular. Ello implica pues, retomar un aspecto sustancial planteado en la Plataforma Unitaria Agraria del CUNGA.

Consideramos también que es necesario que se den muestras claras de la voluntad de diálogo del gobierno, más allá de las simples declaraciones. Un paso importante en esta dirección, sería entre otras acciones, hacer funcionar con carácter resolutivo el Consejo Nacional de Concertación Agraria, CONACA, instancia inactiva por marchas y contramarchas del gobierno y del ministerio de Agricultura.

Consideramos que el gobierno está ante una nueva oportunidad –quizás la última- para poder demostrar en los hechos que está dispuesto a corregir la vieja costumbre de prometer y olvidar luego sus promesas, como ha sido su práctica hasta ahora. Por nuestra parte, creemos que los gremios agrarios que integramos el CUNGA debemos seguir fortaleciendo este espacio de unidad y de propuestas para el desarrollo agrario.

Desde la CCP apoyaremos todas las acciones que apunten a una solución real para los pequeños productores y especialmente para la producción comunera; e insistiremos terca e inclaudicablemente en la necesidad de luchar por un cambio de política económica. Ello nos plantea también el reto de seguir fortaleciendo nuestras organizaciones de base y las relaciones de unidad con otros gremios agrarios y campesinos, pues la unidad y la organización serán nuestra garantía para conquistar los justos derechos del campesinado nacional.

¿MADURARÁ LA “CARTA VERDE”?

Tras la presentación de la Plataforma Agraria de Consenso para el Relanzamiento del Agro Peruano, el ministro de Agricultura, José León Rivera, resumió sus principales planteamientos y los tradujo en lo que se dio por llamar la “Carta Verde”; una especie pacto agrario nacional.

Acto seguido, llamó el pasado viernes 20 a los gremios agrarios y organizaciones campesinas que habían elaborado la Plataforma de Consenso, para firmar la “Carta Verde” -que contiene las líneas básica de política agraria que se recogen en la Plataforma de Consenso- y de esta manera olear y sacramentar lo que considera el lanzamiento de la reactivación del agro nacional.

La gran mayoría de los gremios que participaron en la formulación de la propuesta y que habían estado en la reunión con Toledo, accedieron a firmar dicho documento, conjuntamente con el ministro de Agricultura, León Rivera, en representación del gobierno; y los integrantes de la Comisión Agraria del Congreso, como prueba fehaciente de “compartir la visión de un sector agrario próspero, rentable y sostenible que contribuya a generar desarrollo para el país”.

Por las mismas razones que nos llevó a firmar con reservas la Plataforma de Consenso, la CCP, que estuvo representada por el responsable del Area Técnica, se abstuvo de firmar la “Carta Verde”, pues consideramos que era necesario que este documento debiera ser enviado con la anticipación del caso para ser sometido a la discusión con nuestros dirigentes nacionales. Sin embargo, el hecho de no haber firmado, no nos inhibe para de expresar nuestro deseo que los planteamientos en ella contenida, muy pronto empiecen a madurar y que se reflejen en el reverdecimiento del agro nacional y las comunidades campesinas.