Los primeros clubes de madres se formaron en el año 1980, en comunidades como Chupi Sahuacasi, Parpuma Chico, Primer Chimpa Jilahuata, Segundo Chimpa Jilahuata, Collana Grande, Primer Chimpa Jallapisi, Asillo, Yurajchupa, y otras. Estas organizaciones de clubes de madres nacieron con la orientación de las hermanas Carmelitas y de la Parroquia de Azángaro.
En estas organizaciones de mujeres se trabajaban aspectos técnico como producción en huertos y artesanías, aspectos organizativos y de salud, como planificación familiar. Luego nacieron más clubes de madres en comunidades campesinas, pues entre los años 1982 y 1984 se tuvo que afrontar una sequía terrible. Había una la necesidad de centralizar todos los clubes de madres y organizaciones. Para ello se formó una Comisión Organizadora, la misma que convocó a un Congreso de Mujeres Campesinas. En este congreso se formó la organización de mujeres “Manuela Ccopacondori” que agrupaba a los distritos de Azángaro, San Juan de Salinas y San José. Esto ocurrió en los años de 1983. “En este congreso, la plataforma de las mujeres campesinas fue luchar por la tierra, por una educación; y después por mejores precios para nuestros productos y por los derechos de las mujeres campesinas.
A partir de ese momento empezamos a luchar junto a los hombres para conquistar el derecho a la tierra, y planteamos la reestructuración de las empresas asociativas”, recuerda María Macha Yana, una de las principales gestoras de la organización de mujeres de Azángaro. “En los años de 1982-1983, nacieron también los clubes de madres en los barrios de Azángaro. Desde 1990, durante la década de la dictadura, nuestra organización de clubes de madres han sido manipulados, utilizados, engañados con alimentos, creando el asistencialismo durante todo este tiempo. Nuestras hermanas campesinas, fueron sometidas a la planificación familiar forzosa”, recuerda la ahora regidora del Municipio Provincial de Azángaro. Durante la dictadura, muchas mujeres combatieron y lucharon contra Fujimori y participaron activamente en la Marcha de los Cuatro Suyos. “La lucha contra la dictadura fujimorista, por la conquista de la democracia en nuestro país, ha sido en concreto, la lucha por un cambio, en la que han participado las mujeres campesinas de Azángaro; pero hoy sigue el mismo modelo económico neoliberal salvaje”, remarca María Machaca.
Tras la derrota de la dictadura y después de casi 10 años, se vuelve a formar nuevamente una comisión organizadora del III Congreso de la mujer campesina de Azángaro. Este evento se llevó a cabo el 03 de mayo del 2003, en la comunidad campesina de Chaupi Sahuacasi-Sector Caravilque, en el que se eligen a las nuevas dirigentas de la Asociación de Mujeres Campesinas “Manuela Ccopacondori” de Azángaro. Ellas fueron Fortunata Quispe Larico, como presidenta; Luz Marina Calcina Sullo, secretaria de Actas; María Laura Tite, secretaria de Organización, entre otras. En este congreso se aprobó una plataforma de lucha que incluye la lucha por el cambio de la política neoliberal, por una equidad de género (igualdad de derechos hombres y mujeres), por una declaratoria de emergencia del agro puneño por tres años, por precios justos para los productos agrícolas y el rechazo a las importaciones de alimentos. Asimismo, luchar por la participación de las mujeres campesinas en diferentes instituciones y gobiernos locales y respeto a los derechos políticos, económicos, sociales y culturales de las mujeres campesinas. “Hoy aunque sea lentamente nos estamos levantando para contribuir a la construcción de un Perú para todos, más justo, más equitativo y donde las comunidades campesinas y en ellas las mujeres nos forjemos un destino mejor”, afirma María Machaca Yana.
2003-10-29 00:00:00